La presencia de Renault en la Fórmula 1 genera muchísimas dudas. La marca francesa está más preocupada de pelear en los despachos por una normativa rompedora de cara al futuro que de evolucionar su coche. De hecho, amenazan seriamente con marcharse de la competición, si como está previsto en 2016 se mantiene la decisión de no poder evolucionar el propulsor durante la temporada.
Además, la escudería de la bebida energética se queja de que la casa del rombo ha paralizado la planificación de la próxima temporada. Red Bull empieza a cansarse de la incompetencia de Renault, aunque también piensan que son víctimas de una persecución hostigada por la FIA porque no vendía que un equipo sin tradición ganase durante cinco temporadas seguidas.
Sin embargo, la realidad es mucho más cruel que todo eso. El Red Bull tiene a tres equipos por delante y cuenta con un cuarto puesto como mejor resultado. Además, eso ocurrió en Mónaco, lo que demuestra que el monoplaza no es tan malo como el motor, algo similar a lo que le ocurre al McLaren, salvando las distancias.
Asimismo, Toro Rosso es el tercer peor equipo del año, solo por detrás de Manor y del calamitoso McLaren. Todos los filiales que luchan en igualdad de condiciones están por encima del nivel del coche de Carlos Sainz. De hecho, se puede ironizar con el gafe del piloto español, puesto que en los tres coches con más carencias hay un piloto de este país.
En cualquier caso, Red Bull hace una inversión demasiado grande en automoción, como para quedarse de brazos cruzados el curso que viene. Según informa Sport Bild, si Renault se retira buscarían opciones para seguir en el gran circo, y parece que Ferrari sería la más factible, aunque el acuerdo podría ser de poca duración, a la espera de la llegada de otro gran fabricante.
Condenados a luchar por premios menores
“Ferrari está dispuesto a facilitar a Red Bull y Toro Rosso su regreso a la motorización italiana en 2016″, cuenta el medio alemán. Así las cosas, la marca austriaca volvería a montar el motor que ya llevó en 2006, mientras que su filial corrió con propulsor del ‘cavallino rampante’ hasta hace solo dos temporadas.
“La dirección de Red Bull entiende que asumirían un estatus B, con una especificación de motor que generaría entre 20 y 30 caballos menos que la especificación del propio equipo Ferrari”, asegura la revista especializada, que sostiene también que Helmut Marko vería con buenos ojos el cambio.
“Incluso una versión B del motor Ferrari sería mejor que la versión A del motor Renault”, sentencian los alemanes. En cambio, sería muy difícil que los Red Bull pudieran recortar esa diferencia de potencia a base de un buen chasis, con lo que estarían condenados a no ganar. También lo estarían con un motor Mercedes, pero ese acuerdo parece más alejado, puesto que las posturas de los equipos han estado demasiado enfrentadas en los últimos tiempos.
Por otro lado, Sebastian Vettel, consciente de los problemas de su exescudería, vive encantado de la vida con su actual situación, en la que no puede ganar este campeonato, pero tiene opciones de marcar una época a medio plazo. «Creo que mi cambio a Ferrari ha sido positivo para la Fórmula 1. En Alemania, la comparación con Schumacher cuando pilotaba para Ferrari es obvia. La euforia era enorme, pero ahora siento solo un poco de ella», contó el tetracampeón en la previa del GP de Austria.
Además, ‘Seb’ no tiene ningún problema a la hora de ‘pelotear’ a su equipo, algo que no hizo el año pasado. «La fascinación por esta marca es muy especial y algo único. Por alguna razón los aficionados se identifican más con Ferrari que con otros. La pasión es simplemente mayor. He oído que los pilotos de Ferrari dan autógrafos en lugar de recibir multas por exceso de velocidad. Michael y Massa me hablaron un poco de ello, pero creo que ahora no es cierto», bromeó.