La Fórmula 1 lleva años inmersa en una crisis grandísima. La marca registrada más grande del automovilismo mundial ya no dice tanto como hace unos, en gran parte porque las carreras de resistencia le están comiendo el terreno. La WEC y las 24 horas de Le Mans se han convertido en el principal laboratorio para muchos fabricantes y el ‘gran circo’ pierde aficionados a marchas forzadas.
Los años en los que Vettel arrasó y firmó cuatro títulos consecutivos fueron el principio del fin, pero los cambios en el reglamento para perjudicar a Red Bull no han tenido el efecto esperado. Ahora es Hamilton el que domina sin ningún tipo de competencia, más allá de la que de vez en cuando le hace su compañero de equipo.
En 2017, se realizarán otra vez grandes cambios para invertir el orden. Mercedes perderá poder y otro ocupará su lugar, pero nada garantiza que haya varios equipos muy igualados. Por eso, hay que retocar el formato y buscar fórmulas para que los fines de semana tengan más alicientes.
El DRS y el KERS ofrecen más adelantamientos, pero eso ya no atrae a un público que casi siempre puede intuir el resultado final de las carreras. De hecho, ni siquiera la clasificación a una vuelta conseguiría que los Mercedes no ganasen todas las carreras.
Por eso, toca innovar y la idea que está encima de la mesa es la de la carrera al sprint. El formato sería muy novedoso ya que estaría formado por los terceros coches de los diferentes equipos, con lo que los pilotos jóvenes tendrían muchas más oportunidades de darse a conocer, aunque su nombre no diga mucho desde el punto de vista del marketing.
Algunos escépticos
La prueba se disputaría a pocas vueltas y los cuatro primeros al final des sábado pasarían a ser los últimos en la carrera del domingo, mientras que el resto no correría. Todavía se tiene que discutir cuál sería el orden de salida de esa hipotética carrera corta, pero se especula con que podría ser el inverso al que marque la clasificación del Mundial de Constructores o al de la última carrera disputada, para que el espectáculo esté garantizado. La nueva prueba se podría realizar el sábado por la mañana o por la tarde, pero algunas marcas son más partidarias de pasar la clasificación de la carrera ‘real’ al viernes para que ese día también tenga alicientes.
Por otro lado, sería interesantísimo ver a un Mercedes saliendo desde la posición 22 y llegando a la zona noble de la carrera. Los parones del Safety Cars serían todavía más impredecibles y la emoción en la parte trasera compensaría algunas carreras dominadas cómodamente por los equipos punteros.
No obstante, el gran problema de todo esto está en los costes. Llevar un tercer coche a muchos circuitos es casi inasumible para muchos equipos. En cambio, se valora introducir la medida poco a poco. Los equipos pequeños podrían olvidarse de los sábados y la medida solo se realizaría a modo de prueba en la temporada europea.
En cualquier caso, la propuesta no ha sentado muy bien en muchos de los equipos y parece que hay muchas voces contrarías a lo que propone el Grupo de Estrategia. «La discusión sobre celebrar una carrera el sábado no es nueva. Pero al final, ¿qué cambiaría si se hace una carrera al sprint en cuanto a la parrilla? Será lo mismo que ahora, con Mercedes, Ferrari, Williams en la parte delantera. Para cambiar radicalmente algo, se debería llevar a cabo la propuesta de Flavio Briatore e invertir la parrilla. ¿Pero qué tiene que ver eso con el rendimiento y el deporte? Nada. Sería artificial e iría en contra de la idea original de Fórmula 1», declaró Beat Zehnder, director general de Sauber.
Sin embargo, la discusión en los equipos es tan grande que ni en los propios garajes se ponen de acuerdo a la hora de fijar posiciones. Por eso, la jefa del equipo, Monisha Kaltenborn, le lleva la contraría a su superior porque es partidaria de cualquier cambio que sirva para mejorar la F1. «Al no formar parte en esas reuniones es complicado para mí entrar en detalles, pero tras leer lo que decidió el Grupo de Estrategia parece que se va en la buena dirección. Para nosotros es importante que la competición vuelva a ser interesante. Eso es lo que los aficionados y los patrocinadores quieren y parece que va en la buena dirección», opina.