El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ha conseguido este sábado ser el más rápido en la clasificación del Gran Premio de Hungría, décima prueba del calendario, por delante del alemán Nico Rosberg (Mercedes), segundo, y del también germano Sebastian Vettel (Ferrari), tercero, mientras que el español Carlos Sainz (Toro Rosso) fue duodécimo y Fernando Alonso (McLaren), decimoquinto.
Hamilton, que ha dominado las tres sesiones de entrenamiento, se ha adjudicado la novena 'pole position' durante el año 2015 para conquistar su mejor registro en una misma temporada de Fórmula 1, además de confirmar el monopolio de su equipo a lo largo de esta temporada. Así, Mercedes ya acumula 21 Grandes Premios consecutivos consiguiendo la primera posición en la parrilla de salida.
Las 'flechas plateadas' no tienen rival ninguno en la pista. El bicampeón del mundo y Rosberg dominan la primera línea de salida con un Sebastian Vettel -que arrancará por la parte limpia- que hizo inútil el esfuerzo titánico de un Daniel Ricciardo (Red Bull) que iniciará desde la cuarta posición.
La escudería de la bebida energética ha recuperado las alas por medio de Ricciardo y han despertado a tiempo para dar pelea durante este mundial, o al menos durante esta décima cita del calendario para combatir con Ferrari. No lo tendrá fácil el australiano, que se encuentra entre Vettel y Raikkonen, aunque con su compañero Daniil Kvyat en la séptima posición.
Alonso es insaciable, McLaren no tanto
A pesar de las mejores sensaciones que ha obtenido McLaren-Honda con el paso de las carreras, despojándose de esa fragilidad e inconsistencia que caracterizaba a sus monoplazas durante el primer tercio de la temporada, Alonso sudó la gota gorda para avanzar hasta la Q2. Él y su compatriota Carlos Sainz, que pasaron por los pelos un corte en el que el tercer español en discordia, Roberto Merhi, acabó por delante de su compañero de escudería, Will Stevens.
El guion para el asturiano no tuvo mejores designios en el segundo corte. Con constantes problemas, acabó por provocar la bandera roja después de que su MP4-30 se quedara parado. Más allá del enésimo fallo eléctrico, la imagen de la Q2 fue la de un bicampeón del mundo empujando su propio coche hasta el garaje ante la inoperancia de su equipo.
Así las cosas, Fernando esperó que McLaren resolviera el error con el tiempo necesario para salir a rodar. El coche, con problemas en el conector, no arrancó y el piloto decidió dar por cerrada la clasificación en un fin de semana en el que había firmado tiempos dignos de Q3.
Por su parte, Carlos Sainz siguió la estela de su ídolo deportivo y saldrá desde la duodécima posición después de no poder avanzar hasta la Q3 al no mejorar su rendimiento en la pista. El madrileño sufrió de sobreviraje y en ningún momento cogió el ritmo necesario para hacer un buen papel.