Los rallies siempre han sido un deporte muy popular en Galicia. De hecho, el campeonato autonómico es, con mas de 160 coches, el más multitudinario de toda la Península. La muerte de siete personas durante el rally de A Coruña el pasado 5 de septiembre reabre el debate sobre la seguridad en este deporte, que es «el único en el que los deportistas pagan por competir y el público lo puede disfrutar de una manera gratuita». Daniel Rey, expiloto y encargado de la seguridad del rally de Ferrol piensa que el accidente marcará un «antes y un después» en el mundo automovilístico y confirma que en los próximos días la FIA se reunirá para abordar la seguridad en los rallies.
Cintas de seguridad, picas, delegados de seguridad, coches de inspección, Guardia Civil, personal sanitario… Todas estas medidas forman parte del protocolo del cualquier rally nacional o autonómico, aunque en muchas ocasiones «es posible» que en este último la seguridad sea «menor o menos exigente».
«La Real Federación española de Automovilismo realiza un anuario de seguridad por el cual se deben regir todos los rallies. Las medidas de seguridad son muy estrictas y el delegado de seguridad, que es el mismo para todos los campeonatos, se encarga de que se cumplan todas las normas. Si algún tramo no cumple con los requisitos establecidos se clausura inmediatamente. Además el delegado es el encargado de puntuar al rally para elaborar un ranking de seguridad al final de cada de temporada», afirma Daniel Rey.
Aunque reconoce que todos los accidentes «son evitables» descarga de responsabilidad a la organización del campeonato de A Coruña y atribuye la tragedia a la «mala suerte» porque el público estaba colocado en un trazo en el que era «poco probable» que el coche pudiera golpearles.
«En Galicia hay mucha cultura automovilística y la gente por norma general es muy respetuosa, aunque siempre hay excepciones. En esta ocasión, ni los siete fallecidos ni la organización, que puso todos los medios que tenían a su alcance, tienen culpa de lo ocurrido. Si es cierto que había mucha afluencia de gente y esto se podría haber controlado», asevera Dani.
Las normas de seguridad en un rally se establecen en base a tres criterios: características específicas y cantidad de público que puede asistir al mismo, análisis de las zonas de público que podemos incluir dentro de los rallies con el fin de ubicarlo en zonas de seguridad donde tengamos los mejores medios y la elección de los horarios viendo la forma de limitar el movimiento de publico entre los tramos cronometrados. A pesar de todas estas precauciones al final el «el último responsable» es el propio espectador.
«Por norma general la gente se toma muy enserio las recomendaciones y se colocan en lugares altos, que son los menos peligrosos, para ver el espectáculo. Los coches '0', que son aquellos que salen antes de que salga el primer participante para comprobar que todo está en orden, ven cambiar el paisaje de los tramos en cuestión de minutos porque el público suele llegar a última hora por lo que es muy difícil controlar a todo el mundo. Al final, depende de la lógica y la conciencia de uno mismo el colocarse bien o mal para ver el rally, aunque el factor suerte es determinante», espeta Daniel.
Por último, Rey descarga de responsabilidad al piloto y defiende a un sector que «paga de su propio bolsillo» para disfrutar y que otros disfruten del espectáculo. «El piloto se abstrae del entorno y focaliza toda su atención en la carretera. Va al límite de sus posibilidades, pero siempre seguro de si mismo y sin pensar que puede poner en riesgo ninguna vida. Si es cierto, que en alguna ocasión puede que se levante el pie del acelerador al pasar por una zona conflictiva, pero por normal general el piloto está centrado en rascar cada milésima de segundo», afirma el encargado de seguridad del rally de Ferrol.
Educar a los más pequeños
Enseñar educación vial a niños es una de las obsesiones de la DGT desde hace algunos años. Pero en una tierra como Galicia, con una gran tradición automovilística, la importancia de aleccionar a los menores en el mundo de rally es primordial. El cinco veces campeón del campenota de rallies de Galicia, Germán Castrillón consciente de la responsabilidad que tiene como actual director de carrera del rally de Ferrol lanzó el año pasado un comic para ilustrar a los más pequeños las medidas que se deben de tomar para ver cualquier competición de rallies. «Cualquier medida de seguridad es poca, nunca es suficiente. Debemos enseñar a los niños la importancia de respetar los delegados y a los reponsables de seguridad, las señalizaciones, las cintas….», afirma Germán.
