El box de Toro Rosso hecha humo tras el gran premio de Singapur. Una carrera que no fue nada tranquila para el filial de Red Bull. De hecho, los problemas aparecieron nada más arrancar y es que el coche de Verstappen, compañero de Saínz, se caló milésimas después de que el semáforo se pusiera verde.
Carlos Sainz también se encontró con otro inconveniente en su monoplaza. Su STR10 vovlió a traicionarle y el madrileño se vio obligado a resetearlo durante la carrera, por lo que calló hasta lo cola del pelotón tras el Safety Car. El mismo, que le permitió, tanto a él como a su compañero, volver a la pelea.
Además de estos problemas mecánicos, los dos pilotos también tuvieron otra serie de problemas. Quedaban apenas tres vueltas para el final de Gran Premio. Vertappen rodaba octavo y Sainz noveno. El holandés recibió por radio la orden de dejar pasar al español pero este no obedeció: “Mi ritmo fue genial y, una vez más, realmente disfruté adelantando. No creo que hubiese ninguna razón para ceder mi posición tras venir de estar una vuelta por detrás a estar en los puntos, creo que merecía ser octavo», comentó ante los medios.
Carlos Sainz, que tenía mas posibilidades de adelantar a Pérez (el mejicano rodaba séptimo), no pudo ni siquiera intentarlo, ya que su compañero no obedeció las órdenes del box y no le dejó pasar: «Por lo menos quería haberlo intentado, si no le habría devuelto la posición, está claro. Cambias de posición, intentas adelantar y si no lo consigues la devuelves. Lo único que quería era una oportunidad, un DRS para intentar adelantar a Pérez. Sé que es difícil, pero una oportunidad me merecía. Creo que me ha visto a 7-8 décimas y creería que no estaba suficientemente cerca…no sé por qué no ha pasado», ha explicado el español.
Además, el madrileño no entiende los malos hábitos de su compañero: «Sí, adelantaba Verstappen y luego me tiraba yo como un loco porque sabía que yo al llevar rueda nueva y el vieja iba a ir un poco más rápido que él en este stint, por lo tanto he intentado todo lo posible pero al final no me ha dejado pasar. Yo le he dejado pasar a él tres veces este año, a él se lo han pedido otras tres y no lo ha hecho ninguna. No sé por qué, habrá que verlo», dijo.
El manager de su equipo, Franz Tost, no quiso hurgar más en la herida: “Al final de la carrera, pensamos que Carlos podía tener una mejor oportunidad de atacar a Pérez pero no estaba lo suficientemente cerca de Max como para demostrar que el podía hacer eso, por lo que no había razón para que intercambiasen sus posiciones. Debo decir que el rendimiento del coche y los pilotos ha sido fantástico y las novedades funcionaron bien”, finalizó.