“Si tenemos un gran invierno estaremos por delante de todos”. Así de tajante se mostró Fernando Alonso tras el Gran Premio de Brasil, en un nuevo intento por transmitir que mantiene intacta su esperanza. Hasta Yasuhisa Arai, jefe deportivo de Honda, agradece el comportamiento del español y de Jenson Button: “Han sido muy pacientes y profesionales todo el año. Entienden por qué intentamos hacer esto, entienden que tenemos que hacerlo para progresar”. Pero no parece que estos esfuerzos sean fructíferos. Y es que el ridículo de McLaren ha provocado la marcha de importantes patrocinadores.
A la fuga de Santander en 2014 y la menor implicación de SAP en su nueva gama cromática, habría que sumar la ya conocida marcha de Johnnie Walker y el desplante de Tag Heuer, que ya es seguro pese a no haber sido comunicado de forma oficial. La marca suiza de relojes acumulaba 30 años como patrocinador de la escudería. Las pérdidas de 27 millones que preveía McLaren tras la marcha de los patrocinadores se ven así aumentadas. Pero además de la longevidad, ha sorprendido porque Tag Heuer es propiedad del Grupo TAG, que posee el 25% de las acciones de McLaren. El exitoso futuro del que hablan desde dentro del 'box' parece cada vez más incierto.
También ha resultado llamativo observar que la reconocida marca ahora patrocinará a Red Bull, como ha admitido su director ejecutivo, Jean-Claudie Biver: «Hemos fichado por Red Bull Racing en la F1 para la próxima temporada. Es un equipo joven, dinámico y perfectamente consistente con la estrategia de TAG Heuer». Y todo con la continuidad de la escudería austriaca en el aire, por el asunto de los motores de cara al 2016.
“Hemos propuesto nuestro plazo para dos o tres semanas. No podemos tener acceso a un motor competitivo de todos modos”, declaró el propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, a principios de mes. Esto refleja la complicada situación que atraviesa el equipo. La falta de potencia les ha privado de competir por el Mundial, pese a mostrarse rápidos en el paso por curva.
Para Mateschitz, el temor de las grandes escuderías es evidente: «Los equipos constructores tienen miedo de que fuésemos más rápido que ellos. Todos lo pueden ver claramente». La negativa de Mercedes y Ferrari tan sólo les deja una salida: seguir con Renault. No es la medida deseada, pero parece la única solución realista para estar sobre el asfalto en 2016.
Toro Rosso, en cambio, utilizaría el motor Ferrari de esta temporada. Lo que sí ha negado de forma contundente Mateschitz es que es “totalmente impensable” que Lotus acceda a comprar Red Bull. Y todo este lío, con todas las escuderías pendientes de los cambios de reglamento que se producirán en 2017. Mercedes, que sigue sin tener rival, se muestra reacio a los cambios.
No le convencen los motores que quiere instaurar la FIA y la FOM, cercanos a los 870 CV y que estarían a un precio estándar. Tampoco se muestran contentos con los que serían los nuevos neumáticos, debido a la falta de seguridad que proporcionarían. Para McLaren, todo excusas. El futuro en la Fórmula 1, en todos los ámbitos, es una incógnita a día de hoy.