Pese a ser el piloto en activo con más títulos (cuatro) y tener un prometedor futuro para agrandar su palmarés en la Fórmula 1, Sebastian Vettel ya piensa qué hará una vez abandone la Fórmula 1. El alemán medita competir en el DTM o en irse al off-road, aunque es consciente de la enorme competitividad que reina en estas pruebas. Otros como Kimi Raikkonen o Robert Kubica siguieron el mismo camino con distinta fortuna.
Es precisamente la complejidad de las pruebas lo que preocupa a Vettel: “En el pasado, solo por poner un ejemplo con el DTM, los expilotos de F1 pensaban ‘esta es una bonita manera de seguir pagando las facturas y pasármelo bien en una pista’, pero después se encentran con las jóvenes armas”. Por ello, el piloto de Ferrari cree que “no es fácil estar bien”, aunque considera “muy divertidas” estas categorías.
Robert Kubica, expiloto de F1 y que militó en escuderías de gran entidad como Renault o BMW, probó suerte en el mundo de los rallies en 2011, donde también figuraba como piloto principal de Reanult. Un fuerte accidente en Andorra le apartó de forma definitiva del ‘gran circo’. Pese a la gravedad sí pudo volver a los rallies donde compitió en el Campeonato de Europa y en el Campeonato del Mundo. En este último ganó el título en la modalidad de WRC 2.
Otro que quiso probar suerte lejos de la F1 fue Raikkonen. El ahora compañero de Vettel se marchó dos años (2010 y 2011) a competir en el Campeonato WRC y en ambos quedó 10º. Su aventura, por tanto, no fue lo positiva que él esperaba, algo que refrenda las palabras de Vettel: “Necesitas mucho más que simplemente sentarte en el coche e intentar hacer lo mejor posible ese día”. La intención del alemán es probar algo similar: «Al final, creo que, por diversión, sí. ¿Qué exactamente? No lo sé. Creo que irme al off-road sería una bonita aventura, pero no hay planes ahora mismo».