La polémica entre Rossi y Márquez sigue más viva que nunca, a pesar de que ya han pasado dos meses desde la carrera de Valencia. Los primeros test de la pretemporada 2016 fueron también en el circuito Ricardo Tormo, pero no será hasta los primeros días de febrero cuando se empiece a ver en los entrenamientos de Sepang el verdadero potencial de las motos. La temporada no se reanudará hasta el 20 de marzo en Catar, el mismo fin de semana que se abre el telón de la Fórmula 1 en Australia.
Sin embargo, esta temporada tampoco será un año normal en Moto GP. Lorenzo, Rossi, Márquez y Pedrosa terminan contrato a final de año y de sus primeros resultados dependerá gran parte de su suerte en el futuro. En cambio, parece complicado que el título se le pueda volver a escapar a Honda por segundo año consecutivo y eso definirá algo más las cosas, por mucho que Yahama haya empezado mucho más fuerte en los primeros entrenamientos.
Márquez es más favorito que nunca para ganar su tercer campeonato en la máxima categoría y Pedrosa puede ser un gran escudero, puesto que en el final de 2015 demostró que es más competitivo que nunca. De esta forma, a Honda le interesaría mantener su alineación ganadora. No obstante, las caídas, los mecánicos y los nervios también pueden jugar un papel importante, por lo que las Yamaha estarán pendientes de cualquier fallo.
En cambio, el futuro de la competición sigue en manos de Rossi, puesto que todo el mundo está pendiente del movimiento del italiano que puede generar la caída en cadena de todas las fichas de dominó. Los medios italianos especularon al final de la temporada el posible fichaje de Rossi por Suzuki en 2017 y ese movimiento dejaría a Yamaha en disposición de tentar a Márquez.
En cualquier caso, en las últimas fechas, parece que la renovación de Valentino con su actual equipo es más probable ya que la empresa de merchandising que posee el piloto transalpino acaba de firmar un acuerdo de largo recorrido con Yamaha Factory Racing para comercializar sus productos. Rossi ya no trabajará con Márquez en ese aspecto y ha ocupado su vacío de esta forma. Además, el transalpino apunta estos días que si firma un nuevo contrato será «por dos años» porque es lo que hacen ahora todos los pilotos, aunque esperará a las primeras cinco o seis carreras para anunciar su decisión. Del mismo modo, la hipótesis de la retirada de la leyenda de las motos no es del todo descartable, pero en los últimos meses parece que ha recuperado la ilusión por el deporte y sigue con ganas de ganar de dinero.
Márquez espera un sueldo top
Actualmente, Rossi es el piloto mejor pagado de la parrilla con un sueldo de nueve millones de euros por temporada y lo tendrá difícil para mantener sus remuneraciones a sus 38 años. Asimismo, el sueldo fijo de Márquez no llega ni a la mitad, a pesar de que tiene muchas primas por objetivos que le pueden acercar al nueve veces campeón del mundo.
El objetivo de Márquez siempre ha sido continuar en Honda porque sabe que si quiere ser el piloto más laureado de la era moderna lo tendrá mucho más fácil con el equipo Repsol. Pese a eso, en su nueva renovación querrá ganar muchísimo más dinero, puesto que se ha convertido en un gran icono y en el sucesor natural de Rossi como cara visible de la marca Moto GP. Por eso, le interesa que Rossi tarde en renovar y poder juguetear con el interés de Yamaha para conseguir un sueldo galáctico.
Por otra parte, Lorenzo le pidió al 2016 en una entrevista concedida a Sport la renovación con Yamaha y no parece que su puesto corra ningún peligro, puesto que ha sabido estar en segundo plano cuando ha hecho falta y ha dado la cara en sus momentos importantes. Las negociaciones deberían reducirse a un simple tira y afloja económico.
En todo este lío, tampoco parece que Ducati esté en disposición de jugar un papel importante esta temporada, pese a las buenas gestiones de Gigi Dall’Igna. La inversión económica de las dos marcas japonesas es muy superior y es difícil luchar contra los dos gigantes del Campeonato, aunque Casey Stoner ayudará a preparar la moto en la que pilotarán Andrea Dovizioso y Andrea Iannone. Además, es prácticamente imposible que el campeón australiano vuelva a competir en las carreras del Mundial.
Asimismo, el regreso de Rossi a Ducati resulta muy complicado, puesto que su experiencia con la marca italiana en 2011 y en 2012 fue desastrosa. Además, la marca roja difícilmente atraerá a otro campeón del mundo si no tira la casa por la ventana con los salarios, algo que no hace actualmente, ya que algunos pilotos de equipos secundarios ganan más que los titulares de la marca de Bolonia.