Las dos últimas temporadas han sido un monopolio de Mercedes. La escudería alemana cosechó dieciséis triunfos en las diecinueve pruebas del pasado Mundial. Lewis Hamilton, sin una fuerte oposición de su compañero, Nico Rosberg, ha enlazado su segundo campeonato consecutivo, tercero en su trayectoria, y acecha los cuatro que ostentan Sebastian Vettel y Alain Prost. Precisamente el alemán, en 2015, se erigió como la única alternativa: siempre que no ganó un piloto de Mercedes lo hizo él. Este curso, Ferrari ha protagonizado otro paso adelante y el tetracampeón aspira a igualar el registro de Juan Manuel Fangio (5), y situarse sólo por debajo de su compatriota Michael Schumacher (7). Es consciente de la complejidad que atañe el objetivo, pero sólo piensa en el triunfo: “Mi objetivo es ganar carreras y ser campeón del mundo, y todo lo demás no será suficiente, declaró Vettel hace unos días.
Este jueves el alemán ha refrendado su ambición: “Espero estar por delante de los dos Mercedes”. La escudería italiana ha mostrado en los test constancia, fiabilidad y potencia. Tanto Vettel como Kimi Raikkonen han cerrado varias jornadas en lo más alto de la tabla de tiempos. “La primera impresión fue buena y creo que todo lo que hemos construido después se nota muy positivo”, ha analizado el cuatro veces campeón del mundo. Vettel ha explicado que “es difícil hablar del rendimiento en comparación con los otros”, pero él se muestra satisfecho con el trabajo de sus mecánicos. Su objetivo es batir a Mercedes: “Eso sería lo ideal”. Cree que ya la temporada pasada recortaron la gran ventaja inicial que Hamilton y Rosberg tenían sobre Ferrari, y espera que el nuevo coche les de la oportunidad “de seguir recortando ese espacio”.
El Mundial arranca en Melbourne el próximo 18 de marzo y quizás para esa fecha aún no estén preparados: “Tenemos que esperar unas semanas al menos”. En Australia quedó tercero, en la que fue su posición más repetida de la temporada (siete ocasiones). Por sus declaraciones, el alemán comparte la opinión de Fernando Alonso, que hace sólo unos días confesó que no existe ninguna diferencia entre acabar último o segundo. Vettel parece decidido a frenar la hegemonía de Mercedes, pero los test de Montmeló no han aclarado a cuánta distancia real están de la escudería alemana.
Optimismo en Williams
No sólo en Ferrari impera la esperanza. Valtteri Botas ha sorprendido con unas palabras en las que afirma que “es posible ganar”. El equipo Williams acabó tercero el Mundial de constructores y no obtiene un triunfo desde 2012 (Pastor Maldonado). Para observar su último campeonato hay que remontarse a 1997, con el canadiense Jacques Villeneuve como protagonista. La presentación oficial del monoplaza no sorprendió, debido a las enormes semejanzas del modelo anterior. No obstante, los tiempos marcados en la pretemporada llenan de optimismo a los dos pilotos oficiales. El finlandés ha comentado que el equipo tendrá opciones en las diferentes citas del calendario: “Creo que es posible ganar y pienso que podemos hacerlo. Nos estamos haciendo más fuertes con el tiempo y el coche ha mejorado, así que va a estar cerca este año”.
Sus comentarios han sido refrendados por su compañero de filas Felipe Massa, que acabó justo detrás (6º) en el último Mundial: “Hemos hecho tandas largas consistentes y hemos trabajado muy duro para estar cerca de Mercedes y Ferrari. Queremos ganar y poner este coche en lo más alto”. La pretemporada ha ilusionado a las dos únicas alternativas fiables a Mercedes, una esperanza que podría desvanecerse en Australia si Hamilton y Rosberg evidencian una mejora en la escudería alemana.