Se acabaron las pruebas. Este viernes arranca la temporada con los entrenamientos libres del Gran Premio de Australia. Tras más de tres meses de inactividad, los pilotos pondrán de manifestó las mejoras, si las hay, respecto al pasado curso. Después de lo vislumbrado en Montmeló se espera que haya menos margen de tiempo entre las diferentes escuderías, aunque sólo dos parten con la idea de conquistar el Mundial: Mercedes y Ferrari. El equipo alemán, tras dos años de hegemonía, parte de nuevo como favorito. Sin embargo, su piloto insignia, Lewis Hamilton, no quiere asumir ese papel. Ferrari también parte como víctima.
“Parece que este año toda la parrilla estará más agrupada. Creo que Ferrari se guarda algo en la manga. Van a estar mucho más cerca de lo que hablan”, ha comentado el británico en la rueda de prensa previa al Gran Premio de Melbourne. El piloto de Mercedes, que buscará su tercer triunfo en Australia, ha asegurado que siempre busca “la perfección”. El pasado miércoles Hamilton se grabó a los mandos de su Harley Davidson en una autopista de Auckland, lo que ha llevado a la policía a buscar pruebas para acusarle de una grave infracción. Al término de la pasada campaña ya generó dudas y tendrá que sacar una mejor versión para hacer frente a su compañero Nico Rosberg.
Si un equipo tiene la capacidad de batir a Mercedes es Ferrari, que en los test de Barcelona mostró constancia en tandas largas y marcó registros verdaderamente rápidos. El pasado año, la escudería italiana se erigió como la única alternativa fiable. Más bien Sebastian Vettel, que ganó siempre que no lo hicieron ni Hamilton ni Rosberg. Hace unos días el alemán advirtió que pelearía por el Mundial, su único objetivo. Sin embargo, aprovecha lo acontecido en los últimos años para restarse presión: “Mercedes sigue siendo el favorito, aunque nosotros intentaremos serlo también en el futuro».
El alemán se escuda en que serán mejores según transcurran las carreras. «Creo que podemos ser un problema para Lewis y Mercedes este año. La pregunta es si estaremos listos a tiempo”, ha comentado el cuatro veces campeón del mundo. Lo que sí ha demostrado Vettel es estar satisfecho con el trabajo. El alemán ha asegurado que están “en el buen camino” y que han “progresado”, aunque no sabrán dónde están realmente hasta que los monoplazas pongan en marcha el motor.
Mclaren, una incógnita
El equipo que seguro no estará en la pelea por el triunfo es Mclaren-Honda. Tras un año para el desastre, la escudería de Fernando Alonso y Jenson Button no sabe a qué aspira. La incertidumbre reina antes de la primera carrera, aunque todos son conscientes de que por el momento mirar adelante es algo impensable. El piloto español ha mencionado que han dado “un paso importante en la fiabilidad”, pero en cuanto a las prestaciones, “está por ver”. No obstante, no ha escondido su pronóstico: “Suponemos que nos falta un largo camino por recorrer pero por lo menos tenemos la base para empezar a buscar prestaciones”.
Todo apunta que el equipo británico deberá esperar a 2017 y al cambio de normativa para obtener alguna ventaja y poder estar en la batalla. Desde Mercedes ya temen a Mclaren para el próximo año. Pero tanto para Alonso como para Button, dos pilotos veteranos, otro año similar al pasado sería frustrante. El español, esta misma mañana, ha comentado que si Ferrari conquista el Mundial se arrepentirá de haberse marchado. Este año no se presenta como el más propicio para que el asturiano recupere sensaciones.