Lewis Hamilton camina con paso firme hacia otro Mundial. Lejos quedan las críticas y los incidentes de carrera. Nico Rosberg, que llegó a tener casi cincuenta puntos de renta, volvió a cuajar una mala carrera y se quedó fuera del podio. Ricciardo y Verstappen rindieron por encima de lo esperado para acompañar al británico en los escalones del podio. Alonso perdió claramente la batalla con su compañero y quedó fuera de la zona de puntos, al igual que Carlos Sainz, que nunca tuvo un alto ritmo.
Nico Rosberg tiró al traste el trabajo del sábado en apenas unos segundos. La salida, siempre clave en el devenir de la carrera, fue una auténtica odisea para el alemán. Los Red Bull, que sorprendiero a Ferrari en la calificación, adelantaron al piloto de Mercedes, que entrego a Lewis Hamilton la batuta de la carrera, y también del Mundial. Verstappen, el más ágil pese a su inexperiencia, se colocó segundo, con Ricciardo tras su estela.
Los McLaren dieron un paso al frente, y accedieron a la zona de puntos, a merced de Massa, que con problemas en su monoplaza no podía sostener un ritmo alto de carrera. Con la carrera estabilizada, la estrategia se erigía como la mayor posibilidad de adelantamiento. Y a Rosberg no le fue nada bien. El alemán entró a boxes y la parada fue lo suficientemente mala como para ceder la estela por el triunfo. Verstappen cedía terreno con Hamilton y Ricciardo aguardaba la batalla con su compañero.
Massa abandonó tras los problemas arrastrados, mientras Alonso protestaba por haber cedido la posición con Pérez tras el primer paso por el pit lane. Ricciardo le ganó la batalla a Verstappen, y le sobrepasó colocándose en segunda posición. Hamilton, en cambio, permanecía ajeno, consciente de que tenía encarrilado otro triunfo. Rosberg se mantenía en tierra de nadie, a diez segundos de los Red Bull y con los Ferrari bien vigilados. Y es que, al contrario de lo que podía preverse el jueves, la escudería alemana no rindió bien. Vettel aguantó quinto y Raikkonen sexto.
Como sucedió en Hungría, se evidenció la superioridad de las tres principales escuderías sobre el resto. Mercedes, Red Bull y Ferrari doblaron al resto de pilotos sobre el asfalto. Hamilton, como acostumbra, mantuvo un ritmo constante para sostener a seis segundos a su máximo rival. Alonso cedió dos posiciones y se quedó fuera de los puntos, mientras que Button se aupaba a la octava plaza.
Apareció hasta la lluvia, aunque no influyó en la carrera. Las escasas gotas que cayeron hicieron insuficiente colocar los neumáticos de lluvia. Eso sí, aportó la tensión necesaria para dar chispa al final de la carrera. Hamilton se alzó con un triunfo que psicológicamente deja muy tocado a Rosberg, incapaz de batirle en los últimos grandes premios. Ricciardo y Verstappen cerraron el podio para alegría de Red Bull, que relegaron a Ferrari a un segundo plano. Sainz, sin ritmo durante toda la carrera, sólo pudo ser decimocuarto.
Alberto Puente