Por tercer año consecutivo, Mercedes volverá a erigirse como la mejor escudería de la parrilla. Ningún equipo ha conseguido combatir la superioridad alemana, aunque ya conocen cuál ha sido uno de sus trucos para rodar tan rápido. Los de Toto Wolff han implantado un sistema de control de altura, que simula el FRIC que se prohibió en 2014. Ahora los equipos solicitan a la FIA que no se permita su uso en 2017, pero para ello se necesitará el sí de Mercedes, ya que las normas fueron configuradas tiempo atrás.
Aún no se conoce quién se proclamará campeón del mundo este curso, pero sí que serán Nico Rosberg o Lewis Hamilton. Restan siete citas en el calendario, y los dos pilotos de Mercedes aventajan en casi cien puntos al tercer clasificado, Daniel Ricciardo (Red Bull). Esta situación no es ninguna sorpresa, ya que en las dos últimas temporadas la escudería alemana también ha conquistado el Mundial de constructores con inmensa facilidad.
Todos los equipos que en un momento u otro han conseguido una hegemonía incontestable han tenido su secreto. En el caso de Brawn GP fue el doble difusor. Ahora, en Mercedes, parece ser una simulación del FRIC. Este elemento, prohibido en 2014, se encargaba de conectar las suspensiones delantera y trasera mediante un sistema hidráulico. Su efecto permitía evitar los movimientos que se producen en la carrocería cada vez que el monoplaza frena. En Mercedes, el sistema también impedía las inclinaciones en las curvas.
Unas ventajas que se traducían en una importante ganancia de tiempo. La Federación Internacional de Automovilismo decidió prohibir este sistema. Sin embargo, Mercedes ha buscado la forma de conseguir el mismo efecto sin el uso de este sistema. La escudería alemana ha utilizado un sistema de control de la altura que imitaría al FRIC, según ha reconocido Auto Motor and Sport, con la excusa de utilizarlo por razones estéticas. Algo que hoy por hoy se encuentra permitido.
Esta publicación ha afirmado que “los otros equipos reconocen el truco y lo pusieron en la lista de cosas para comentar a la FIA en la reunión del martes pasado tras el Gran Premio de Italia”. El problema para el resto de la parrilla es que la normativa para el 2017 ya se encontraba configurada, y cualquier modificación requerirá la aprobación de todas las escuderías. Es decir, Mercedes se encargaría de decidir si desea, o no, mantener este sistema.
En caso de que los alemanes se nieguen a dar un paso atrás, el resto de escuderías tendrá que tratar de imitar a la perfección ese ‘truco’ que se ha incorporado en las balas plateadas. Ese sería el primer paso para reducir la enorme desventaja que ahora mismo tienen todos con respecto a Mercedes. Entre tanto, los de Brackley caminan hacia su tercer Mundial consecutivo.
Alberto Puente