Márquez es incapaz de renunciar a sus principios. En la previa del Gran Premio de Aragón anunció que no le importaría no ganar ninguna carrera hasta el final del curso, si se convierte igualmente en campeón del mundo. Sin embargo, cuando se siente cómodo, su cabeza dicta lo contrario. El sábado logró la pole de forma apabullante, y en el inicio de la carrera demostró sus ansias de triunfo. En concreto, en una primera vuelta caótica, en la que cerca estuvo de impactar con un Lorenzo más enchufado que en anteriores citas.
En medio de esa maraña, Viñales tomó el mando de la carrera. Incluso llegó a abrir hueco sobre Lorenzo y Márquez, que le seguían por detrás. Dovizioso marchaba cuarto, justo por delante de Rossi. El catalán, que había demostrado mejor ritmo a lo largo del fin de semana, comenzó su remontada hasta posicionarse en cabeza. Sin embargo, cuando ya había hecho lo más difícil, un error casi le deja en el suelo. El líder del Mundial salvó la caída y se reenganchó quinto, por detrás del hombre de Ducati, al que ya había superado el italiano.
Ahí los dos favoritos, ya con la carrera estabilizada, se centraron e impusieron el guión previsto. Rossi se aupó al liderato, y Márquez se colocó tercero. Viñales, en un intento desesperado por superar al nueve veces campeón del mundo, se fue largo y el de Honda se puso segundo. A partir de ahí, Márquez recortó la diferencia con Rossi, y a falta de algo más de diez vueltas, aprovechó la lenta curva 16 para retomar el liderato de la prueba.
Rápidamente abrió hueco, y por fin pudo asegurar la victoria, si ningún contratiempo se lo impedía. La pugna se trasladó a la segunda plaza. Lorenzo, tras sobrepasar a Viñales, fue en busca de Valentino. El español se repuso así mentalmente de un inicio de carrera no del todo satisfactoria, y de una temporada en la que las cosas no le han funcionado como esperaba. Le pasó, pero no consiguió abrir brecha.
Y en la penúltima vuelta, después de seguir su estela y preparar el adelantamiento, Rossi se lanzó a por su compañero de equipo. No obstante, se precipitó, se fue largo, y sirvió en bandeja la segunda plaza a Lorenzo. Márquez aprovechó su superioridad y cruzó la bandera a cuadros entusiasmado, con un caballito que lo refrendaba. Triunfo en casa de Marc, que da un paso más hacia la conquista del que sería su tercer Mundial en Moto GP. Viñales fue cuarto, Crutchlow quinto y Pedrosa sexto.
Alberto Puente