Faltan cinco carreras para que termine el Mundial de Fórmula 1 2016. Sin embargo, las espadas todavía continúan en todo lo alto y quedan grandes alicientes para los últimos Grandes Premios del curso. En McLaren-Honda, todo es optimismo, puesto que tienen prácticamente garantizada la sexta plaza en el Mundial de Constructores y Fernando Alonso luchará por la novena plaza en el de pilotos hasta el último suspiro. De esta forma, se confirma que han abandonado definitivamente las últimas plazas, para situarse en la zona media-alta de la parrilla, con grandes expectativas de crecimiento de cara al 2017.
Sin embargo, la verdadera emoción está en la lucha por el título individual, por el que todavía pelean Lewis Hamilton y Nico Rosberg. El Gran Premio de Malasia supuso un nuevo giro de tuerca en la lucha que mantienen los dos pilotos de Mercedes, ya que la carrera empezó fatal para el alemán, pero terminó con un repentino reventón en el motor del vigente campeón.
Rosberg finalizó tercero y por ello su ventaja en el Mundial creció hasta los 23 puntos. De esta forma, Hamilton todavía depende de sí mismo, ya que sí gana todas las carreras que faltan, no importa que su compañero de equipo sea segundo en cada una de ellas. Por eso, la situación del Mundial no es ni mucho menos definitiva, aunque Lewis Hamilton entró en cólera y no se mordió la lengua en la calle de boxes ante las preguntas de los medios. «Parece que alguien o algo no quiere que yo gane. Pero no me voy a dar por vencido», declaró el tricampeón del mundo en caliente.
Además, Hamilton se negó a achacar su problema exclusivamente a la mala suerte y señaló sin demasiados miramientos a su propio equipo. «Es difícil encontrar cosas positivas. Mis preguntas son para Mercedes. Hay muchos ingenieros y motores… y sólo se rompen los míos. Alguien tiene que dar la respuesta porque eso no es aceptable. De ocho coches con motor Mercedes que había en este Gran Premio, solo ha fallado el mío».
Asimismo, Hamilton se calentó con el paso de las preguntas y llegó a dar el Mundial por perdido. “No hay nada que yo pueda hacer. El título va en una dirección…», comentó el piloto al que en otros años le sonrió mucho más la suerte que a su compañero de equipo.
Rectificación obligada
Pese a todo, Toto Wolff se mostró comprensivo con su piloto franquicia y aseguró que no le costará hacerle entrar en razón. “Tras ese amargo resultado, cuando lideras la carrera, estás a punto de liderar el campeonato y tu motor explota, entonces se te permite hablar delante de una cámara de televisión. Estaba increíblemente decepcionado y todo el mundo expresa la decepción de manera diferente. Una vez que Lewis se calme, entenderá que el sabotaje no es cierto. Simplemente es una coincidencia loca el hecho de que la mayoría de problemas de motor de este año le hayan ocurrido a él”, explicó el director ejecutivo del equipo Mercedes.
Por otra parte, Niki Lauda prefirió culpar a la prensa por su lectura de la situación, pese a que las palabras de Hamilton dejaban poco lugar a equivoco. «Conozco a Lewis muy bien y no acusará al equipo. Es una interpretación que no puedo aceptar. ¿Ahora la gente cree que esto es un sabotaje repentino? Eso es completamente ridículo y estúpido. Trabajamos con ambos coches de la misma forma. Todo el resto es ridículo», declaró el expiloto pocos minutos después de la salida de todo del británico.
Asimismo, el director no ejecutivo de Mercedes también entiende que la adrenalina de la carrera lo justifica todo en el caso de Hamilton. «Con las palabras de Hamilton se puede estar refiriendo a cualquiera. Tiene una interpretación muy amplia. Podría referirse a Dios. Si el piloto está molesto dice cosas; yo he estado molesto en un par de ocasiones de mi carrera y he dicho basura. No quiero que Lewis diga esa basura, pero estas cosas pueden pasar. Las emociones son aceptables y no hay nada malo en ese sentido».
Finalmente, Lewis Hamilton tuvo que salir a rectificar sus palabras, ante el revuelo que había causado. “Estoy muy agradecido. Tengo 100% de fe en mi equipo y han trabajado muy duro tanto en pista como en la fábrica y quiero agradecer en mayúsculas a ellos también. Sé que hemos tenido estos problemas pero esto no se trata de cómo caemos, sino de cómo nos levantamos, y estos son los momentos que nos definen”.
Por último, Hamilton explicó que por su mente pasa la posibilidad de cuidar al máximo los dos motores que le faltan por utilizar sin recibir ninguna sanción y saltarse incluso algunos entrenamientos si fuera necesario.»Para Mercedes soy el piloto número uno, por lo que cuando suceden estas cosas quiero entender lo que son y cómo Mercedes va a llevarlo para asegurarse de que no vuelva a suceder. En este momento mi preocupación es que tengo estos dos motores y quiero asegurarme de que pueden tratarlos para asegurarse de que duran. Si eso significa no hacer una sesión, no voy a hacer una sesión. Si eso es lo que tengo que hacer, voy a hacer lo que sea para luchar en la carrera», aseguró el tricampeón del mundo para zanjar el asunto.
Felipe Poza