La hegemonía de Lewis Hamilton parece tocar a su fin. Nico Rosberg, su compañero y rival, camina con paso firme hacia su primer Mundial. Los precedentes son claros: en trece de las últimas quince ediciones, el que llegó líder a la penúltima prueba se proclamó campeón. Interlagos, además, se erige como un escenario idóneo para el alirón: Alonso (2005 y 2006), Raikkonen (2007), Hamilton (2008) y Vettel (2012) dan buena cuenta de ello.
Sólo restan dos citas en el calendario para decidir qué piloto será el próximo campeón del mundo: Brasil y Abu Dabi. Lejos de lo que auguraban las quinielas a comienzos de año, el mejor posicionado es Rosberg, con diecinueve puntos de ventaja, frente a los cincuenta que quedan por disputarse. El alemán ha dado un paso al frente, y quiere abandonar esa losa de ser el hombre con más triunfos sin haber levantado jamás un título.
Este fin de semana Hamilton deberá afrontar el primer ‘match ball’ serio. Todas las opciones del británico pasan por evitar que su compañero y rival suba a lo más alto del podio. A partir de ahí, sólo le valdría quedar inmediatamente detrás de él para mantener la esperanza. No obstante, la solución más factible del tricampeón pasa por acabar delante del alemán, en una batalla que se espera muy intensa sobre el asfalto.
Hamilton ha avisado de que no tiene nada que perder, por lo que no va a evadir un posible contacto con Rosberg. El germano adoptará una postura más conservadora, aunque la climatología le puede traer más de un problema. Podría llover tanto en la calificación del sábado como en la carrera. Además, la fuerza de Red Bull (Verstappen ha superado a Nico en los libres) es otro obstáculo que deberá solventar para mantener su liderato.
Sin embargo, pese a los factores que puedan interponerse, la posición de Rosberg es la más idónea. Y si nos atenemos a los precedentes, resultaría muy extraño que se le escapara su primer Mundial. Desde el año 2000, sólo en dos ocasiones no se ha proclamado campeón el piloto que llegaba líder a la penúltima prueba. Las dos excepciones son la de Raikkonen en 2007, cuando logró el ‘sorpasso’ frente a Alonso y Hamilton, y en 2010, cuando Vettel le arrebató el título a Fernando a última hora.
La estadística, además, confirma que Interlagos es un escenario propicio para el alirón. Alonso (2005 y 2006), Raikkonen (2007), Hamilton (2008) y Vettel (2012) dan buena cuenta de ello en los últimos años. Esto, aunado a la maldición de Hamilton en Interlagos, donde no ha ganado nunca, explica que las principales casas de apuestas tengan claro su favorito. Rosberg parece preparado para acabar con la hegemonía de Hamilton y, al fin, inscribir su nombre en la historia de la Fórmula 1.
Alberto Puente