La paciencia tiene un límite, y la de Fernando Alonso parece haber alcanzado el cupo. El piloto español, a sus treinta y cinco años, ha asumido en los primeros días de test en Montmeló que el MLC32 no está listo para pelear por el campeonato, como se presagiaba cuando McLaren y Honda sellaron su alianza. Pero el poco ritmo del monoplaza deja intuir que ni siquiera podrá pugnar por el podio. Es más, se espera que esté en torno a los puntos, como la campaña pasada, después de que Force India o Williams hayan demostrado más constancia en lo que va de pretemporada.
Alonso decidió marcharse de Ferrari para alcanzar su tercer título, confiado en que a medio plazo pudiera lograrlo con el equipo británico. Tras ver como los buenos presagios se aplazan por enésima vez, ahora hasta 2018, el español ya baraja una salida. Y lo hace días después de vislumbrar como Ferrari puede resquebrajar la hegemonía de Mercedes. Cansado de decisiones equívocas, parece dispuesto a adentrarse en un nuevo proyecto, el último, antes de despedirse del ‘gran circo’, un adiós que podría anticiparse si no le satisfacen la nueva Fórmula 1 que se verá en este 2017.
Así al menos lo ha reconocido Eric Boullier: “Espero que siga con nosotros, pero no estoy seguro”. En los últimos días Fernando ha confesado que se sentía frustrado y decepcionado ante la falta de velocidad, sensaciones confirmadas por el responsable de McLaren: “Es normal que no esté feliz, porque feliz sería por luchar para ganar”. Y avisa de antemano lo que se ha vislumbrado en Barcelona en las últimas jornadas: “Ahora no estamos en posición de ofrecerle esta posibilidad y no puedo decir que vamos a hacer mañana. Pero nos toca a nosotros devolver a McLaren-Honda al nivel que se merece por su historia”.
Lo único que puede hacer ahora la escudería británica es otorgarle el rol más importante sobre el asfalto, pese a la llegada del joven Vandoorne, el que se espera que represente el futuro del equipo. De momento, se limitan a alabar la figura del español, para que este se sienta querido: “La manera con la que se ha preparado para esta temporada es increíble. Me impresionó. Después de muchos años de carrera, se puede esperar que este tipo diga:’Ok. Me tomo la vida más relajada´. Pero no. Se centra siempre. Es un ejemplo y una inspiración para muchos pilotos».
Y es que, pese a dos años de agonía, Alonso anunció entusiasmado un mes de preparación física, ante el nuevo sufrimiento al que se someterán los pilotos con el incremento de la velocidad, y mental.
Esperanza que Alonso mantuvo en la presentación del MLC32, y que se ha desvanecido según ha transcurrido la semana y ha vislumbrado lo atrás que se encuentran respecto al resto de la parrilla. Queda mucha campaña, y se espera un baile de pilotos al término de 2017. Después de rehuir la posibilidad de salir el pasado invierno, todo apunta a que Fernando se apuntará al carro y buscará, otra vez, un equipo con el que sumar su tercer título Mundial.
Alberto Puente