El Gran Premio de Bahrein confirmó el mayor de los temores para McLaren-Honda. Vandoorne se reencontró con los problemas sufridos a lo largo del fin de semana en las vueltas previas a la carrera que se realizan para perder combustible. La falta de fiabilidad en la unidad de potencia forzó a la escudería a tomar la decisión de que no tomara la salida. También en el motor sufrió daños Alonso, obligado a retirarse cuando sólo restaba una vuelta para el final de la prueba. En total, entre ambos pilotos, cinco abandonos de seis posibles. Una cifra devastadora que encendió las alarmas.
La culpa, como de costumbre, cayó sobre Honda. Expertos como De la Rosa afirmaron que en este, su tercer año, el rendimiento era peor que el primero. Desde McLaren incluso se atrevieron a vaticinar que estarían arriba si tuvieran más potencia. Alonso, en radio, también se quejó de esto: “Nunca he conducido un coche con tan poca potencia”. Los nipones, el domingo, se limitaron a decir que no podían esperar más y que las mejoras serían inmediatas. Sin embargo, sin tiempo para ponerse a ello, el MLC32 ha encontrado un ritmo sorprendentemente bueno.
Con dos semanas hasta el Gran Premio de China, esta semana se celebran test en Bahrein, el mismo escenario donde se disputó la última carrera. El primer día de McLaren-Honda fue desastroso, pero las sensaciones de este miércoles han sido bien distintas. Vandoorne ha podido completar un total de 81 vueltas, impensable hace sólo tres días. Pero lo más curioso ha sido el tiempo que ha marcado: 1:32:108 con los blandos. Ha sido el cuarto mejor registro, a sólo 1,1 segundos del que ha marcado Bottas con el Mercedes.
Podría ser anecdótico, ya que se desconoce con qué carga de combustible han rodado el resto de monoplazas, entre otras muchas cosas. Sin embargo, sólo hace falta comprar los registros con los que se marcaron en la calificación del sábado. Vandoorne se ha quedado a una décima del tiempo de Vettel en la Q1 y ha mejorado el mismo tiempo que él mismo marcó con los superblandos. La diferencia entre estos dos compuestos fue de más de un segundo el pasado domingo, por lo que el piloto belga ha estado a la altura, al menos, de la actuación que cuajó Renault, que incluyó a sus dos pilotos en la Q3.
Un progreso de casi 1,5 segundos en el coche que no entienden ni en la propia escudería, como se ha atrevido a reconocer Eric Boullier: “Es nuestro mejor día del año. No sabemos por qué vamos tan bien hoy”. El coche del belga estuvo dos horas en el garaje y probaron una nueva especificación del motor, que podría ser la explicación a este desmesurado avance. Sin embargo, el estrecho margen de tiempo y las palabras del director de McLaren invitan a pensar que el desconocimiento del MLC32 aún es grande. Eso sí, de momento crece la esperanza.
Alberto Puente