El pasado 12 de abril Fernando Alonso hizo oficial a través de las redes sociales que disputaría las 500 millas de Indianápolis. La noticia fue un ‘boom’, ya que su presencia en la mítica carrera estadounidense le impediría asistir al Gran Premio de Mónaco, un trazado histórico donde McLaren-Honda, sin largas rectas, podría haber presentado algo más de batalla. Un anuncio que a la par preocupó, ya que el pasado año Alonso insistió en probar otras carreras de velocidad como las 24 horas de Le Mans.
El desastroso inicio de temporada, con cuatro abandonos, ha propiciado que se diera este acontecimiento. La escudería británica necesita revalorizar de nuevo su marca, y Alonso ver reflejado su excelso trabajo con resultados. “Estoy en el mejor momento de mi carrera”, ha mencionado con insistencia tras las cuatro primeras carreras del Campeonato. El pasado miércoles se subió por primera vez al monoplaza, y rondó los 360 kilómetros por hora. Andretti, el piloto que da nombre a su escudería, ha quedado “profundamente sorprendido” con el estreno del asturiano, que ha mostrado su ambición de querer ir a por el triunfo.
En un principio, tras más de una década sin añadir a su palmarés un Mundial, podría parecer que la figura de Alonso no iba a traer repercusión en Estados Unidos, donde la Indy 500 tiene una enorme trascendencia. Sin embargo, los números han confirmado que el bicampeón de Fórmula 1 mueve grandes masas. No es casualidad que en este 2017 se hayan vendido más entradas que en los últimos veinte años, y eso que aún restan más de tres semanas para que llegue la carrera.
El director del circuito, Doug Boles, se ha mostrado muy satisfecho del regreso de McLaren a Indianápolis y del gran número de aficionados que este año se darán cita: «Detrás de las escenas se ha hecho todo lo posible. Los aficionados de todo el mundo han respondido a Indianápolis y han comprado sus entradas. El hecho de que la prueba por sí sola ya atraiga a todo el mundo hace que la atención crezca. Es ideal para la marca”.
No es el único dato llamativo. La Indy 500 ofreció en la jornada del miércoles en directo el estreno de Alonso, a través de dos potentes plataformas como Youtube y Facebook. Una cámara que siguió todos los movimientos del monoplaza del español, y que le acompañó durante horas, hasta cuando se detenía para cambiar reglajes del coche. Pese a la escasa emoción que puede atraer un entrenamiento, el español fue seguido por más de dos millones de personas, como el mismo ha reconocido en su perfil de redes sociales.
1,2 millones llegaron desde Youtube, donde según afirma el medio digital Laf1, fue uno de los diez vídeos tendencia del miércoles. Estos números superan a otras competiciones como la Fórmula 1 y MotoGP, un registro más que curioso teniendo en cuenta que el vídeo sólo mostraba a un piloto y que se produjo entre semana. Si todo sigue su curso el número de entradas vendidas se acrecentará hasta el 28 de mayo, día en el que dará inicio la carrera. La diferencia horaria con la cita de El Principado también permitirá que las audiencias televisivas no se desvanezcan. Alonso aún es un fenómeno de masas. En Estados Unidos, desde luego, tiene tirón.
Alberto Puente