Por fin, tras cuatro abandonos consecutivos en el inicio del Mundial, Fernando Alonso logró cruzar la bandera de cuadros en Barcelona. Desde el preciso instante en que lo hizo, su mente se centró únicamente en las 500 millas de Indianápolis, uno de los tres grandes retos que, según comentó el mismo, le quedan en su ya dilatada trayectoria. Voló el mismo día y el lunes ya rodaba sobre el óvalo estadounidense con el objetivo de prepararse con fugacidad para la calificación que este mismo fin de semana se lleva a cabo.
El español, harto del bajo rendimiento de su monoplaza, pactó con su escudería perderse un Gran Premio histórico, quizás el más prestigioso, como es el de Mónaco. Una decisión, la de perderse una cita del calendario, que el asturiano nunca había tomado. Quizás esta quinta prueba del Mundial era precisamente la que mejor se adaptaba a las condiciones de McLaren-Honda, sin largas rectas donde acusar la falta de potencia, y con curvas lentas donde poner a prueba la buena aerodinámica que, presuntamente, han elaborado los británicos en el MLC32.
Nadie duda de que la opción de competir en Indianápolis es todo un acierto de marketing para McLaren y para Fernando, que podrá pugnar por un triunfo años después. En cambio, hay pilotos como Hamilton que no comprendieron la decisión. Lo cierto es que Alonso ha escogido mal día para perderse, ya que los de Woking han prometido mejoras para ese fin de semana. Una evolución de piezas que ya probaron en Barcelona. “En España teníamos un nuevo alerón delantero, partes del chasis y un nuevo suelo, y el alerón trasero nos ofreció una correlación del 95 por ciento”, ha comentado Eric Boullier al diario estadounidense Motorsport.
El jefe de McLaren ha asegurado que lo exhibido sobre el circuito de Montmeló era “la primera parte del paquete de mejoras”, y que “el segundo llegará en Mónaco”. Para los trabajados de la escudería, no es una casualidad que Fernando lograra clasificar entre los diez mejores en Barcelona. Las pruebas, de momento, apuntan a que han reaccionado de forma correcta después del varapalo sufrido en este inicio de temporada. “Hemos reestructurado y reconstruido el equipo y ahora estamos operando muy, muy bien. Ya se pueden ver los resultados: y nuestro nivel de correlación (con el túnel de viento) es increíble», ha zanjado Boullier.
Fernando Alonso permanecerá desconectado de la Fórmula 1 hasta el 28 de mayo, día en el que se celebrará la carrera de la Indy 500, donde espera recuperar parte de su prestigio. Mientras tanto serán Vandoorne y Button los encargados de corroborar si las mejoras que anticipan desde la escudería, por enésima vez, surgen algún efecto positivo. El español se pierde el nuevo McLaren-Honda.
Alberto Puente