Otra vez Marc Márquez. El piloto de Cervera ha certificado en territorio español (Cheste) su sexto Mundial, el cuarto en la categoría reina. Un palmarés de locura cuando aún no ha cumplido el cuarto de siglo. Le bastaba un undécimo puesto o que Dovizioso no obtuviese el triunfo. De ahí que pese a mantener la pole en las primeras vueltas, abriera la puerta a Zarco para evitar cualquier lío. No obstante, con el transcurso de la carrera, y tras vislumbrar los problemas de Dovizioso para superar a Lorenzo, se animó y peleó con la batalla. La pugna casi le cuesta el título. El de Cervera estuvo cerca de irse al suelo pero salvó la caída. Eso desató la adrenalina de las Ducati, que no pudieron evitar la tragedia y brindaron el título a Márquez.
Este 2017 ha servido, entre otras cosas, para confirmar el progreso que ha experimentado Márquez a nivel mental. Hasta la fecha, a excepción de 2013 en su primer título, Honda había exhibido una amplia superioridad en rendimiento. Este curso, la situación ha sido bien distinta. Yamaha y Ducati han estrechado el cerco y se han erigido desde el inicio del campeonato como claras alternativas. Maverick Viñales sorprendió con dos plenos en el inicio del curso, pero con el transcurso de los Grandes Premios la batalla quedó reservada a dos nombres: Márquez y Dovizioso.
Mientras sus compañeros deambulan en la clasificación, sin presentar continuidad alguna, estos dos astros han dejado batallas para el recuerdo en el Mundial. El italiano ha cuajado la mejor temporada de su carrera y ha retratado a Lorenzo, que no ha sabido adaptarse a la nueva escudería. Andrea ha tratado de emular a Stoner y cerca ha estado de conseguirlo, pero sus declaraciones antes de la última carrera dejaron poca duda de quién merecía el título. “Es de los mejores años o el mejor de Márquez”, comentó el italiano.
Desde luego, el español ha sabido crecer ante la adversidad. Ha firmado un total de tres ‘ceros’, que ha subsanado con seis triunfos. Una locura que ha sabido medir en este 2017, donde no se ha dejado llevar por su sed de victoria, pese a que su gen competitivo ha permanecido intacto en determinadas situaciones como en Japón, donde el pulso final con Dovizioso bajo la lluvia cerca estuvo de provocar un infarto a muchos aficionados. De menos a más y midiendo el riesgo, Márquez ha conseguido su objetivo. Sus 21 puntos de diferencia le dejaban como favorito y los certificó en Cheste, ante su público, de una forma muy inteligente.
El español está dispuesto a romper todos los récords. Nadie, a su edad, había levantado tantos títulos. Con seis en su haber, los trece que sumó Ángel Nieto, tristemente fallecido este año, no parecen ninguna utopía. Ni siquiera los nueve Mundiales de Valentino Rossi en la categoría reina, donde el catalán ostenta ya cuatro a sus veinticuatro años. En último ha sido cuanto menos sufrido. Tras un año con infinidad de pulsos con Viñales, Rossi y Dovizioso, el desenlace aguardaba aún más emoción. Márquez decidió pelear por el triunfo en las últimas vueltas y evitó, 'in extremis', irse al suelo. No corrieron la misma suerte Dovizioso y Lorenzo, que con sus caídas decantaron el Mundial. Al final, Pedrosa se apuntó el triunfo por delante de Zarco.
Alberto Puente