El inicio de temporada ha resultado alentador para McLaren, pero son conscientes de que los resultados obtenidos en Australia y Bahrein no reflejan la realidad del nuevo MCL33. Fernando Alonso, que ha batido a su compañero en las dos citas, suma 16 puntos en la clasificación, sólo uno menos que en todo 2017. Es cuarto en el Mundial, mismo puesto que ostenta la escudería en el campeonato de constructores. El problema es que la quinta y la séptima plaza obtenida por el español refleja una buena fiabilidad, y esa fortuna que no han tenido en el pasado.
El mismo asturiano lo comentó antes de la cita de Melbourne, aguantar en pista sería positivo. Los abandonos y errores del resto los han catapultado hacia una posición que no es la suya. Y son conscientes de que están más atrás debido a la clasificación del sábado. Si bien es cierto que el McLaren se muestra mejor en carrera que a una sola vuelta, su tiempo fue muy negativo en la última carrera, en la que ambos pilotos se quedaron muy lejos de acceder a la Q3, que era el objetivo previsto.
A parte de las tres escuderías punteras, tanto Haas como Renault parecen estar de momento por delante. Incluso Toro Rosso Honda ha despuntado para equilibrar más aún la balanza entre los equipos ‘mortales’. Sin embargo, el discurso en el seno de McLaren no ha cambiado un ápice: subirse al podio es real. Para ellos necesitarían algún error del resto, pero no tantos como en el inicio del Mundial. Y es que McLaren espera confirmarse como la primera alternativa a los grandes, e incluso superar a Red Bull, en la segunda parte de la temporada.
La decisión de cambiar de motor, pese a estar consensuada de antemano, no se hizo efectiva hasta el tramo final de temporada, y esto ha traído consecuencias para el monoplaza. La adaptación de la unidad de potencia de Renault no se ha llevado a cabo de manera correcta, ya que habían empezado a trabajar en el coche antes de saber que apostarían por la marca francesa. Sin embargo, la mayor vergüenza para McLaren recae en el chasis, en la aerodinámica de la que tanto han presumido, y que no es tan buena como decían desde dentro.
En plena guerra con Honda, toda la culpa recayó en los nipones. Sin embargo, McLaren no está a la altura de las tres grandes en aerodinámica. Es una realidad. Su paso por curva no es excepcional, aunque donde más se nota es en la rectas. Sí, siguen siendo de los más lentos pese a que su motor es el mismo que el de Red Bull. El problema yace en la pobre resistencia al aire, causada probablemente por la mayor carga en las curvas. Para ello necesitan ese nuevo paquete aerodinámico que todo apunta a que llegará en la segunda parte del curso.
Alonso quiere que sea antes, como es lógico, e incluso algunos apuntaban a Barcelona. Sin embargo, en Montmeló las mejoras no serán tan profundas. Se vislumbrarán cambios en todos los equipos con la llegada al terreno europeo, pero el ‘nuevo’ coche no estaría hasta verano. A él se aferran en McLaren, ya que no se han cansado de decir que en la segunda parte de la temporada deberían superar a Red Bull. Sin duda sería algo esperanzador de cara al 2019. Está por comprobar la veracidad de las palabras, tras años en los que la evolución prometida no se ha plasmado. El paso adelante, eso sí, se ha certificado en este 2018.
Alberto Puente