Durante los días en los que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha estado en la Conferencia Mundial en Córdoba (19-22 de junio) tomando decisiones de cara al futuro del automovilismo. Una de ellas es el establecimiento de una normativa para coches eléctricos deportivos de manera que exista una normativa FIA para coches de competición derivados de coches eléctricos de serie, ya sean deportivos de alto rendimiento u otras clases de vehículos. La idea es tener una normativa para que los coches sean asequibles, dentro de lo asequible que están los coches eléctricos, incluso de calle, en la actualidad.
No se trata de hacer nuevos prototipos extremos o coches del más alto rendimiento. Todo lo contrario, lo que se busca es una idea similar a lo que se ha conocido de toda la vida como coches de Grupo N. Es decir, coches derivados de producción, incluso directamente tomados de la calle, que obedezcan a un marco normativo común y que cuenten con unas medidas de seguridad determinadas, algo que se volvió muy popular tiempo atrás sobre todo en rallyes (contando con su propia división en el Mundial de Rallyes nada menos).
Estos coches eléctricos de Grupo N pueden ser tanto coches de Gran Turismo (como puede ser el BMW i8) como coches de cuatro puertas, de carrocería sedán, coupé de dos puertas o liftback, lo que puede involucrar a muchos fabricantes. La altura máxima del chasis está limitada a 1.460 milímetros y la forma de la carrocería ha de ser la de serie, con la posibilidad de ensanchar los pasos de rueda en caso de que hiciera falta para alojar neumáticos de carreras de mayor tamaño que los de calle (dado que algunos coches eléctricos llegan ruedas delgadas para reducir la fricción en pos de una mayor autonomía).
Aunque la forma de la carrocería tenga que ser la misma, es posible reemplazar las puertas, el alerón trasero, el difusor y otras piezas se pueden reemplazar por otras más ligeras siempre y cuanto estas tengan la misma forma. Los coches pueden ser tanto tracción total como tracción trasera, con un mínimo de potencia establecido en unos 300kW – es decir, unos 410 caballos de potencia.
Estos coches que idea la FIA están destinados en principio para carreras en circuitos, donde los coches eléctricos están mucho más controlados. Ahora bien, también pueden servir tanto para subidas a montaña como en rallyes de regularidad, como podría interpretarse también pruebas FIA de ecoRallye, así como las del Campeonato de España de Energías Alternativas en la que compiten también coches eléctricos e híbridos en diferentes categorías.
Declaraciones de la FIA sobre su normativa FIA ESV
«Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que nuestro conocimiento y experiencia estén disponibles para nuestros clubs miembros así como organizadores locales y promotores. Por tanto, el hecho de tener un set de normativa técnica aplicable a diferentes disciplinas y formatos así como diferentes niveles deportivos es clave para desempeñar este rol. La FIA ESV revive el espíritu del Grupo N, donde un coche comprado de concesionario, con el equipamiento de seguridad necesario, esté listo para la competición y disponible para varias disciplinas y formatos«, declaró el director FIA de deportes de circuitos Marek Nawarecki.
«El reglamento FIA ESV responde a las exigencias del mercado. Esto permitirá a los departamentos de competición de las marcas ofrecer variantes de competición de sus coches eléctricos, lo cual debería ser una fuente de ingresos como lo son los coches GT3. Puede incluso abrir la puerta para que hagan sus copas monomarca. El hecho de que las regulaciones sean inclusivas y acomoden coches de cuatro puertas reflejan las tendencias en el mercado. Ya vemos marcas con grand coupés deportivos de cuatro puertas en sus gamas«, comentó Lutz Leif Linden, presidente de la comisión FIA GT.