En un evento celebrado en la mañana del lunes 3 de julio, Dacia ha comunicado que correrá el Mundial de Todoterrenos (incluyendo Dakar) a nivel oficial a partir de 2025, lo que supone el retorno del Grupo Renault a la famosa prueba de raids. La firma se unirá al preparador Prodrive, quienes ya compiten en el Dakar desde hace años, anunciando además a dos pilotos de ensueño que ya sabes lo que es ganar un campeonato mundial juntos. Por un lado estará el nueve veces campeón mundial de rallyes Sébastien Loeb. Por otro, la burgalesa Cristina Gutiérrez también será piloto de Dacia de 2025 en adelante, ambos con el apoyo de Red Bull.
Loeb tendrá de esta manera continuidad en su intento por hacerse con la victoria absoluta en el Dakar, lo cual lleva intentando de manera incesante desde que debutó por primera vez, aún como piloto de Peugeot, en la edición de 2016. Tanto en 2017 (de nuevo con Peugeot) como en 2022 y 2023, ya con el equipo BRX, ha acabado en segunda posición, mientras que en 2019 fue tercero con un Peugeot 3008 privado (una unidad ex oficial cuando la marca ya abandonó el proyecto del Dakar).
La presencia de Prodrive es importante teniendo en cuenta que es quien lleva el programa del Bahrain Xtreme Raid desde 2021, con su particular Hunter T1+. Un coche que funciona con combustible sostenible – una tecnología en desarrollo que también trabaja el Astara Team en el Dakar, con pilotos como Carlos Checa. Esta alianza significa que, después de 2024, Prodrive comenzará a trabajar con Dacia (también será un coche 4×4 con energías sostenibles) partiendo de la base del Hunter, si bien se espera que sea algo más nuevo más que una evolución o reconversión del coche con estilo Aston Martin – y es que se contrató para su diseño a Ian Callum, quien fuera diseñador de Aston Martin y Jaguar.
El currículum de Prodrive es más que conocido en el mundo del motor, pasando por rallyes con la mítica alianza con Subaru que duró más de quince años o la gestión del equipo BAR de Fórmula 1, lo que luego pasó a ser Honda, en 2009 el milagroso Brawn…y desde 2010 hasta día de hoy, el equipo oficial de Mercedes. Por otro lado han tenido proyectos menos fructuosos, como fue el de Mini/BMW en el Mundial de Rallyes entre 2011 y 2012.
La firma de David Richards (en estos momentos presidente de Motorsport UK, la federación británica de automovilismo) se ha aliado con muchas marcas con el paso de los años, comenzando ahora una nueva colaboración con Renault. Ahora bien, la misma experiencia demuestra, y recuerda, que el éxito y la duración de esta simbiosis dependerá tanto de factores económicos (los que tiraron por tierra el proyecto del MINI JCW WRC) como los propios resultados. Y en el Dakar con el nivel actual, es raro que un coche gane en su debut.
Loeb y Gutiérrez, reunidos una vez más
La leyenda alsaciana es de sobras conocida: el piloto más laureado en la historia del Mundial de Rallyes, además de haber competido en un sinfín de categorías en ocasiones aisladas, programas parciales o a tiempo completo incluso en categorías de circuitos, como fue el caso del WTCC con Citroën en 2014 y 2015. Desde 2016 tiene la firme intención de ganar el Dakar y, mediante esta alianza, demuestra que está dispuesto a lo que haga falta para batir a otros gigantes como Nasser Al-Attiyah, Carlos Sainz o Stéphane Peterhansel, los otros grandes ases en la actualidad en la categoría de coches.
Al mismo tiempo, en estos momentos Loeb compite también en el Campeonato Mundial de Rallycross, corriendo con uno de los Lancia Delta Evo-e, una versión electrificada del mítico Lancia Delta HF Integrale – incluso lleva, junto con su compañero de equipo y propietario del mismo Guerlain Chicherit, la mítica decoración de Martini. No se sabe de momento si Loeb compaginará ambos programas, pero esto significa que Loeb estará en activo hasta los 51 años de edad – a modo de comparación, Sainz aún sigue en activo con 61 años cumplidos en este 2023.
Gutiérrez, por su parte, ya es una habitual del Dakar, aunque en los últimos años no ha competido con coches T1 sino con los T3, los prototipos ligeros de los cuales fue la campeona del mundo en el año 2021. Su carrera ha estado ligada a Red Bull desde que el propio Loeb hiciera una llamada allá por 2020 y le dieran una oportunidad – en el Rallye de Andalucía de 2020 Gutiérrez mostró su valía y desde entonces es parte del equipo con los Red Bull OT3, aunque de momento la victoria de categoría le ha sido esquiva.
Loeb y Gutiérrez conquistaron juntos el título de la Extreme E la pasada temporada 2022, alcanzando el título para el equipo X44 y rompiendo así el dominio de Rosberg x Racing. Este año Gutiérrez sigue en X44 con Fraser McConnell como compañero de equipo – Loeb no tenía programa en Extreme E, pero a mitad de temporada ha firmado para regresar de la mano de ABT Cupra, reemplazando a Al-Attiyah.
Dacia, Renault y el Dakar
La idea de ver a una marca como Dacia en una prueba como el Dakar es una idea interesante – y muestra de cómo ha cambiado la marca en apenas unos años, al mismo tiempo que el propio mercado del motor ha cambiado de manera celérica. Dacia ya no es la marca de los coches low-cost, con acabados ‘plasticosos’ que vendía en el mercado unidades que compartían elementos con coches de 15 años atrás, en concreto los Sandero o Logan con mucha mecánica del Clio de segunda o tercera generación. Ya ha abandonado ese rol, centrándose en calidad, pero sin renunciar a su relación entre calidad y precio.
De hecho, no sería técnicamente la primera vez que un Dacia, o algo que se le parece, corre el Dakar. Cuando se celebraba en suelo sudamericano podía verse – y de hecho asomarse al Top 10 en más de una ocasión – a una Renault Duster, que es como se conoce en el mercado sudamericano al Dacia Duster que conocemos en Europa. De hecho, incluso Renault, años atrás, lanzó una variante todoterreno, la Duster Dakar, para el mercado ruso. En realidad, ese Renault Duster que competía en el Dakar era una Volkswagen Amarok V6 con la carrocería del modesto todocamino compacto.
En lo que respecta a Renault en el Dakar, ya ha competido varias veces, algunas de ellas en los albores de la prueba, cuando era todavía el verdadero París-Dakar y algunos aventureros corrían con el mítico 4L. La marca del rombo logró dos victorias absolutas en 1999 y 2000 de la mano de Jean-Louis Schlesser y su Schlesser Buggy, con carrocería inspirada en el bello y muy recordado Renault Mégane Coupé de primera generación.