El piloto neozelandés Liam Lawson realizará este fin de semana un inesperado debut en la Fórmula 1 como piloto de AlphaTauri, sustituyendo al lesionado Daniel Ricciardo. A sus 21 años de edad, el protegido de Red Bull y habitual de la Fórmula 2 se encuentra con la oportunidad de correr en la categoría reina en el circuito de Zandvoort, compartiendo equipo con Yuki Tsunoda.
Ricciardo se lesionó la mano izquierda (rotura del metacarpiano) tras un accidente en los entrenamientos libres del pasado viernes 25, tras chocar contra las barreras en la tercera curva del circuito, con su característico peralte (uno de los cambios más notables en este mítico circuito, que volvió a la F1 en 2021 tras 35 años de ausencia en el calendario). Ricciardo trataba de esquivar el McLaren de su compatriota Oscar Piastri, el cual también estaba en el muro al haber perdido la parte trasera.
La lesión de Ricciardo se debe a que, en el momento del impacto, el australiano no soltó el volante, el cual se zarandeó de manera brusca como es habitual en este tipo de impactos. Hace no demasiado tiempo le sucedió algo similar a Fernando Alonso, llegando este a disputar varias carreras con lesiones en su mano izquierda. Cuando el piloto se encuentra a unos segundos de chocar contra las barreras, lo habitual es cruzarse de brazos para minimizar daños personales, aunque algunos tratan de recuperar el coche hasta el último momento si ven la posibilidad.
La FIA ha concedido un permiso especial a AlphaTauri para cambiar de piloto después de los Libres 2 de modo que Lawson, a toda prisa, ha tenido que amoldarse al asiento del coche, realizar los test de extracción y prepararse para los Libres 3, que además han sido sobre mojado a diferencia de las sesiones del viernes. Lawson ha finalizado 18º, cinco puestos por debajo de Tsunoda.
Lawson aprovecha su parón en la Super Fórmula
Lawson proviene de haber ascendido en la escalera FIA (es decir, Fórmula 4, Fórmula 3 y Fórmula 2, siendo tercero en 2022) después de haber destacado en monoplazas en su Nueva Zelanda habitual (en concreto, la Toyota Racing Series). También ha competido en certámenes como la Eurofórmula Open o el DTM, siendo subcampeón en ambas categorías y piloto apoyado por Red Bull desde 2019. En ese mismo año, cuando corrió en Eurofórmula, casualmente también compartió equipo con Tsunoda dentro de la estructura Motopark.
En lugar de la Fórmula 2, esta temporada Red Bull ha enviado a Lawson a la siempre competida Super Fórmula en Japón, peleando contra japoneses como Tomoki Nojiri, Ryo Hirakawa (piloto de Toyota en el WEC), Tadasuke Makino o el ex piloto de Fórmula 1 y ex campeón mundial de resistencia Kamui Kobayashi, además de pilotos europeos como Giuliano Alesi o Raoul Hyman. Tras tres victorias, Lawson marcha segundo en el campeonato a falta de la doble cita final en Suzuka para terminar la temporada, siendo el mejor piloto Honda frente al piloto de Toyota Ritomo Miyata.
Lawson se enfrenta a un reto dantesco: no sólo el de entrar a la Fórmula 1, sino de hacerlo sin apenas tiempo de preparación. Sí que ha hecho test con un F1 y con AlphaTauri (lo hizo en 2021) y ha estado compitiendo sin parar, pero la categoría reina es muy distinta. No hay que olvidar que es el 16º piloto salido de la academia Red Bull en pilotar en un Gran Premio, de los cuales muy pocos (como Max Verstappen, Sebastian Vettel, Carlos Sainz o el propio Ricciardo) han prosperado y muchos han caído por el camino.
Y por rápido que sea un piloto, también han de darse las condiciones adecuadas. No hay más que mirar a su mismo asiento hace unos meses cuando lo ocupaba Nyck de Vries: un talento excepcional, rápido desde las fórmulas inferiores, campeón mundial de Fórmula E y de Fórmula 2, un debut fulgurante con Williams en Monza 2022…y, sin embargo, su media temporada con AlphaTauri fue un desastre, sin duda la mayor decepción de esta temporada 2023 de F1. En el caso de Lawson, tiene la suerte de que no está sometido a una gran presión, sino que tiene una gran oportunidad ante él.