En días recientes, Max Verstappen ha desvelado algunas de las ideas que tiene en mente para el día en el que deje de ser piloto de Fórmula 1 y la categoría reina no esté en su cabeza las 24 horas del día (algo necesario para poder rendir al máximo nivel). El ya tres veces campeón del mundo asegura que quiere llevar hasta la competición real a pilotos de simracing que muestren potencial para ello. Aquí Verstappen no se refiere a llevar a pilotos de simracing hasta la Fórmula 1, pensando más bien en categorías de GT o de resistencia de algún tipo.
Por lo pronto Verstappen sigue con las miras puestas en seguir alargando su leyenda en la F1, habiendo conseguido su tercer título consecutivo y teniendo en estos momentos contrato con Red Bull Racing hasta 2028. Ahora bien, no tiene tan claro que vaya a quedarse compitiendo más allá de esa fecha, mostrándose frustrado con algunas de las direcciones que está tomando la F1 (es decir, Liberty Media) para atraer nuevos públicos. El caso de las carreras Sprint (que, lejos de animar la lucha por el campeonato, ha llevado a que Verstappen lo asegure matemáticamente incluso antes) es uno de los más destacados.
Cuando Verstappen no está marcando pole positions o dominando carreras de principio a fin a los mandos de su Red Bull, se pone a los mandos de simuladores para disputar carreras de resistencia online en diferentes plataformas, como hizo en enero con las 24 Horas de Le Mans virtuales de rFactor 2 o en el popular iRacing. Verstappen ha competido sobre todo junto a los pilotos de Team Redline, una de las formaciones más exitosas y exigentes dentro del mundo del simracing en la actualidad. De hecho, en sus streams puede verse cómo guarda uno de sus trofeos de campeón mundial de F1 justo al lado de su setup de simracing, teniendo el otro en el salón de su casa.
Por supuesto, esta historia del simracing a correr en la vida real puede sonar a muchos, sobre todo después del lanzamiento de la película Gran Turismo este verano: y es que ya hizo Nissan algo similar junto a la popular saga de videojuegos, encontrando varios talentos de los simuladores para correr en la vida real. Fue el caso del español Lucas Ordóñez, campeón de la edición original, o del británico Jann Mardenborough (cuya historia se recrea en la película).
La GT Academy continuó funcionando desde 2008 hasta 2016 sacando varios pilotos cada año de diferentes regiones del mundo. Después del final de la GT Academy Gran Turismo quiso seguir con esto, reuniendo a los mejores pilotos del mundo en las Gran Turismo World Series. Uno de ellos, el brasileño-japonés Igor Fraga, es ahora piloto de la Súper Fórmula y SuperGT en Japón después de haber competido varios años en Fórmula 3.
Declaraciones de Verstappen sobre sus planes en simracing
«Tengo muchos planes relacionados con las carreras y tratar de ayudar a talentos jóvenes. Hasta ahora, todos nosotros o casi todos nosotros hemos llegado a través del karting pero eso hoy día también es muy, pero que muy caro. Así que dado que tengo mi propio equipo de simracing, creo que existe la posibilidad de volver al simracing y veo mucho potencial en algunos de los pilotos, tanto que podrían llegar a correr en la vida real también«, declaró Verstappen según recoge Racing News 365.
«Espero que de aquí a unos años pueda tener una manera de que los simracers puedan llegar a correr en un coche de carreras real. Esto no significa progresar todo el camino hasta la Fórmula 1 pero sí que puede ser hasta un asiento en carreras de resistencia o lo que sea. Es algo que me apasiona y espero que pueda conseguirlo muy pronto«, añadió.
«Aún soy muy joven, pero llegará el punto en el que ya tenga suficiente. Creo que les pasa a todos si es porque te das cuenta de que tu cuerpo ya no lo puede aguantar y entonces tienes que aceptarlo. Tienes que retirarte en cierto modo, pero en algún momento querrás hacer otras cosas o correr algo menos, por supuesto. Pero ahora no es el caso«, comentó el ya tricampeón mundial de F1 (aunque no recibirá su trofeo hasta la gala de la FIA que tendrá lugar en diciembre en Azerbaiyán).