Kalle Rovanperä y Jonne Halttunen se encuentran en una posición ideal para revalidar su título de campeones mundiales de rallyes tras la primera etapa del novedoso Rallye Europa Central. La dupla de Toyota (ya campeona de constructores) lidera el rallye con holgura por delante de Thierry Neuville/Martijn Wydaeghe y Elfyn Evans/Scott Martin en una etapa complicada sobre el asfalto checo.
Este rallye se presentaba como una incógnita para todos los equipos del WRC al ser un nuevo rallye de asfalto, inédito hasta ahora. Un rallye que hasta ahora era parte del campeonato alemán de rallyes con la particularidad de celebrarse en tres países diferentes: la República Checa, Alemania y Austria. De hecho, empezaba en la República Checa, un país que, pese a tener los rallyes una gran influencia (y ser el país natal de Skoda), nunca había albergado una prueba del Mundial de Rallyes.
Tittling era el lugar donde se realizaba el shakedown con 3,62 kilómetros de longitud, un shakedown curioso ya que en muchos casos los mejores tiempos salieron en las primeras pasadas. Thierry Neuville marcó el mejor registro por delante de Kalle Rovanperä, quien venía a este rallye con posibilidades amplias de asegurar el título mundial, siempre y cuando lograse puntuar igual o más que Elfyn Evans. Tänak, Evans, Lappi, Sébastien Ogier, Katsuta, Suninen, Loubet (esta vez acompañado por Benjamin Veillas como copiloto) y Munster cerraban las posiciones entre los Rally1.
Tras el shakedown del miércoles, los dos primeros tramos se celebraron en la tarde del jueves 26 de octubre en la República Checa. Velká Chuchle, una súper especial de 2,55 kilómetros, abría el itinerario y Tänak fue el más rápido en este tramo ratonero por delante de Ogier, Neuville, Lappi y Suninen, si bien Lappi recibió una sanción de diez segundos por saltarse la salida. En este rallye, entre los pilotos Rally2 en WRC2, participaban dos duplas españolas: Alejandro Cachón junto a Jandrín López y Miguel Díaz-Aboitiz junto a Rodrigo Sanjuán.
Neuville sería el más rápido en el tramo de Klatovy de 8,92 kilómetros terminando esta corta jornada como líder del rallye por 1,2 segundos sobre Tänak, siendo Ogier tercero y Rovanperä cuarto tras un mal primer tramo. En WRC2 la pelea estaba entre Yohan Rossel, Adrien Fourmaux y Andreas Mikkelsen, quien buscaba el título de la segunda división (o mejor dicho, revalidarlo tras haber sido campeón en 2021). Aún así, la verdadera prueba vendría en la jornada del viernes con el resto de esta primera etapa.
Rovanperä lidera sobre la lluvia checa
La lluvia no venía a facilitar la tarea a los pilotos, empezando la jornada con el tramo de Vlachovo Březí con 13,66 kilómetros donde los pilotos, en los cortes, sacaban barro hacia la carretera y la trazada. Una escena típica de los rallyes checos, siempre tan exigentes como se ha visto cada año en el Rallye Barum del ERC. Rovanperä marcó el mejor tiempo por delante de Lappi, Evans y Neuville mientras que Ogier sufría un pinchazo y una rotura de la llanta delantera derecha, llegando a meta con comentarios hacia Pirelli y el esperado retorno de Michelin como suministrador oficial para 2025.
Más atrás, Rossel sufrió un fuerte accidente que interrumpió el tramo mientras la ambulancia atendía de manera preventiva al piloto francés de Citroën en WRC2. En la misma categoría, tanto Gus Greensmith como Fourmaux sufrieron sendos pinchazos, ambos – al igual que Ogier – en el lado derecho y ambos perdiendo terreno en la general.
Rovanperä seguía con su ataque en el tramo de Zvotoky, de 23,81 kilómetros de longitud y en algunas partes aún más mojado que en el tramo anterior. El joven finés marcó el mejor tiempo y lograba situarse al frente del rallye, sacándole cerca de 20 segundos a Neuville cuando este cometió un error en un cruce, perdiendo algo de tiempo. Lappi remontaba hasta la tercera posición por delante de Evans, Tänak, Katsuta y Suninen, cerrando las posiciones Loubet, Munster y un desmotivado Ogier después de perder minuto y medio. Mikkelsen perdía unos once minutos y medio tras dañar la suspensión de su Skoda Fabia RS Rally2.
El hecho de abrir pista (al ser el líder del campeonato) en este rallye de asfalto le venía de perlas a Rovanperä, quien seguía abriendo hueco con los demás – con ganarle a Evans era suficiente para asegurar el título, un Evans que también aprovechaba el error de Neuville para colocarse segundo. A un kilómetro de la salida Lappi sufría un aparatoso accidente y se quedaba fuera de carrera. Munster lograba adelantar a Loubet con el tercer Ford Puma de M-Sport mientras que, tras la criba en WRC2, Emil Lindholm, Erik Cais y Kajetan Kajetanowicz lideraban la segunda división.
Tres tramos en la República Checa antes de marchar a Alemania
Para el bucle de la tarde quedaban otros tres tramos antes de viajar hasta Alemania, repitiendo los tramos de la mañana. En Vlachovo Březí Evans lograba recortar un segundo a Rovanperä, disputando el tramo sólo los primeros pilotos dado que después fue neutralizado por cuestiones de seguridad, de modo que el resto de coches no compitieron. En Zvotoky Rovanperä voló con su Toyota dejando a Evans y Neuville a más de 37 segundos de ventaja, aprovechando su posición para no dar opción a sus rivales.
Neuville era el más rápido en el último tramo del día (Šumavské Hoštice) terminando el día por delante de Evans, quien perdió 11 segundos – Rovanperä acababa el día con 36,4 segundos de ventaja sobre el belga y 47,2 sobre Evans, con Tänak a medio minuto, Katsuta quinto y detrás un Ogier que venía remontando, habiendo adelantado a Suninen y Munster. Loubet, mientras tanto, se hundía en el barro literalmente, teniendo que cambiar una rueda embarrada que le costó unos cinco minutos.
Por tanto, los líderes de WRC2 Lindholm y Cais completaban las diez primeras posiciones, seguidos de Fourmaux, Kajetanowicz, Gryazin y Marczyk mientras que Mikkelsen sobrevivía con los daños en la suspensión, logrando llegar al final del día sin abandonar. Con respecto a los españoles, Cachón tuvo que abandonar en el penúltimo tramo del día mientras que Díaz-Aboitiz marchaba al final de su categoría.