En los últimos meses se ha ido conociendo la forma que tendrá un nuevo campeonato de monoplazas eléctricos, la Fórmula G. Un certamen que claramente se inspira en el éxito de la Fórmula E, pero con una serie de diferencias en su concepto y la forma en la que pretende funcionar una vez eche a rodar a finales de 2024. Su CEO será el indio Dilbagh Gill, anterior CEO y jefe de equipo de Mahindra Racing en la Fórmula E, mientras que el ex piloto de Fórmula E y Fórmula 1 (entre muchas otras categorías) Nick Heidfeld figura como cofundador de este proyecto.
Hasta el momento poco se sabe de estos monoplazas eléctricos de Fórmula G – la G proviene de ‘Green‘, haciendo referencia a la energía verde. Se trata de buscar una forma de competición con energías alternativas que resulte (al menos, de cara a la galería) no sólo sostenible a nivel medioambiental, sino también a nivel económico teniendo en cuenta los altos costes necesarios para llegar a competir al más alto nivel, ya desde la etapa del karting. Las primeras informaciones sobre la Fórmula G empezaron a principios de este 2024, al principio conocido como ACE Championship aliándose con la empresa de tecnología Quantron, especializada en pilas de hidrógeno para camiones.
Por el momento se ha revelado una simple silueta en la que se adivina parte de lo que será el monoplaza de la Fórmula G, con un capó del cual sobresale una aleta similar a la de los Fórmula 1 de años atrás. No ha sido hasta el mes de noviembre que se ha empezado a utilizar el nombre de Fórmula G. En lugar de llevar dos motores eléctricos como los Fórmula E de tercera generación, lo que se hará será tener dos variantes de potencia, dividiéndose en dos categorías.
La Fórmula G, concebida para competir con costes contenidos y hasta 40 pilotos
Su objetivo es el de ser un campeonato telonero o de soporte, no de tener toda la atención de los focos y cámaras como la Fórmula E (y la mucho menos exitosa Extreme E). Es decir, como ocurre con campeonatos como copas de promoción o copas monomarca, siendo un ejemplo la F1 Academy o la Porsche Supercup acompañando a la Fórmula 1 (y la Fórmula 2 y Fórmula 3 según que fines de semana del calendario) en circuitos de todo el mundo. Por tanto, podría compartir circuitos con campeonatos tanto de propulsión eléctrica como de combustión tradicional, los cuales poco a poco se van adaptando al uso de combustibles alternativos y sostenibles.
La manera en la que se ha concebido permitiría tener un total de 40 pilotos compitiendo en dos grupos de 20, con dos pilotos por cada equipo como es habitual en muchas disciplinas. Ahora bien, habría un grupo de pilotos profesionales, llamado FG1, donde los coches no estarían limitados y podrían rodar hasta los 300 kilómetros por hora. El segundo grupo, FG2 sería para talentos emergentes (o bien pilotos de pago/gentleman drivers) con una velocidad máxima limitada a unos 250 kilómetros por hora.
En definitiva, permitiría que los pilotos compartieran el asiento, lo cual debería ayudar también a correr de manera más asequible. Es una idea que también se puede ver, sin ir más lejos, en campeonatos de resistencia donde corren dos pilotos y cada uno aporta la mitad del presupuesto junto con sus patrocinadores. Sucede así en el GT-CER (Campeonato de España de Resistencia) así como en algunos de sus apartados como la Copa Racer de los Mini Cooper o la BMW M2 CS Cup que se incorporará a partir del próximo 2024.
El campeonato aún está tomando forma, si bien la intención es la de estar en funcionamiento para dentro de un año, en principio siguiendo una estructura similar a la de Fórmula E, siguiendo un calendario distinto al de un año natural. La propia Fórmula E también tuvo años atrás su propia carrera telonera, con Jaguar I-Pace (I-Pace eTrophy) modificados para competición, pero apenas tuvo seguimiento y sólo duro dos temporadas, 2018-2019 y 2019-2020.