El pasado viernes 29 de diciembre la comunidad de la IndyCar perdió de manera súbita a una de sus grandes estrellas del pasado: el brasileño Gil de Ferran, ganador de las 500 Millas de Indianápolis en 2003 y ganador de la CART en 2000 y 2001. A sus 56 años (cumplidos el pasado 11 de noviembre), el que era también consultor en McLaren ha fallecido mientras competía con un coche de carreras en un evento privado en Opa Locka, Florida, tal como ha confirmado la Confederación Brasileña de Automovilismo hace apenas unas horas.
Varias fuentes afirman que de Ferran se bajó del coche con molestias antes de que su corazón dejase de funcionar, habiendo estado todo el día en el evento con su hijo Luke. Pese a que fue llevado al hospital más cercano de inmediato, nada pudo hacerse por salvar la vida de uno de los pilotos más queridos en el automovilismo norteamericano, además de ser consultor de McLaren desde hacía medio año, siendo parte de la reestructuración que ha devuelto a la marca británica a pelear por podios en la Fórmula 1.
Gil de Ferran, uno de aquellos talentos que rozaron la F1
En la década de los ochenta y noventa surgieron muchos grandes talentos en el mundo del motor y Gil de Ferran, proveniente de una Brasil que se deleitaba con las hazañas de Ayrton Senna en la Fórmula 1, era uno de ellos. Aunque nació en París, fue nacionalizado en Brasil. Su primer gran éxito fue ganar la Fórmula 3 británica en 1992, mismo campeonato que había ganado su compatriota Rubens Barrichello o Mika Häkkinen, entre muchos otros, antes de saltar a la Fórmula 1.
Llegó a probar el dominante Williams FW14B en una sesión de test además de ser candidato a piloto de Footwork, realizando un test junto a Christian Fittipaldi y Jos Verstappen, quien había logrado tiempos espectaculares pese a tener menos experiencia. Se cuenta que, antes del momento decisivo en el que tenía que convencer al equipo (y a toda la F1) de su potencial, se puso a llover y, pasando entre dos camiones, se golpeó la cabeza con un armario, abriéndose la cabeza. Ante tal situación, su sesión final se canceló y Gil de Ferran nunca pudo demostrar su verdadera valía, siendo considerado uno de los mejores pilotos de la historia que jamás llegó a correr en Fórmula 1.
Gil de Ferran continuó en las categorías inferiores, siendo tercero en la Fórmula 3000 de 1994 antes de centrar su carrera deportiva en Estados Unidos a partir de 1995, resultando ser rápido de inmediato. Compitió tanto en la CART, donde fue campeón en 2000 y 2001 con siete victorias, como en la Indy Racing League, en la época del cisma de lo que era antes y luego volvió a ser la IndyCar que conocemos hoy día. En 2003 llegó su mayor logro, ganando las 500 Millas de Indianápolis frente a su compañero de equipo Helio Castroneves, otro ilustre de las carreras al otro lado del charco. Gil de Ferran acabaría segundo en aquella temporada 2003 de la IRL.
En 2005 al fin llegó a la Fórmula 1 pero no como piloto, sino como director deportivo de BAR-Honda, un equipo con muchas idas y venidas con David Richards (dueño de Prodrive, a quienes muchos españoles no recordaban con mucho cariño tras lo ocurrido con Carlos Sainz en 1994 y 1995) al frente. Gil de Ferran abandonó el equipo a mediados de 2007 y volvió a competir bajo su propia estructura De Ferran Motorsports, logrando varios podios en 2008. En 2009 finalizaría subcampeón de las American Le Mans Series (ALMS) en 2009 con cinco victorias, un año donde compaginó además las tareas de desarrollo del Acura ARX-02a de LMP1.
Su última carrera sería en Laguna Seca ese mismo año, despidiéndose de la competición con una victoria. Tras un intento de llevar el equipo Luczo Dragon Racing fundado por Jay Penske, hijo de su ex jefe Roger Penske en el que faltó el presupuesto, Gil de Ferran se alejó de las carreras. McLaren le volvió a atraer a la Fórmula 1 en verano de 2018 como director deportivo, cargo que mantuvo hasta principios de 2021. Se marchó del equipo en pleno resurgir del mismo, pero pese a ello los de Woking quisieron volver a contar con él, repescándolo en mayo de este mismo año como consultor.
Ha sido el cargo que ha mantenido dentro de la estructura de Zak Brown hasta su repentino fallecimiento. Aún así, Gil de Ferran será siempre recordado por aquellas carreras espectaculares de la CART a principios de este milenio, siendo uno de esos pilotos que fue capaz de brillar tanto en la CART como en la IRL en aquellos años extraños para la competición principal de monoplazas estadounidenses. El hecho de haber corrido para equipos como Paul Stewart Racing (el germen del Stewart Racing que luego se convirtió en Jaguar y la actual Red Bull Racing) o Penske, además de haber representado a Honda/Acura durante muchos años, hace gala del nivel del ex piloto brasileño.
Un adiós que recuerda al de un ex campeón de F1
Su fallecimiento recuerda a uno ocurrido a otro gran piloto hace 31 años: el de Denny Hulme, campeón mundial de Fórmula 1 en 1967. Hulme continuó compitiendo en la década de los setenta y los ochenta…y, con más de sesenta primaveras a sus espaldas, seguía compitiendo cuando llegó la Bathurst 1000, una carrera que se recuerda por múltiples razones y polémicas deportivas. Hulme competía con un BMW M3 E30, uno de los turismos de primera línea.
En mitad de la carrera, sin que hubiera un problema aparente, en la recta trasera de Mount Panorama el BMW de Hulme empieza a pararse, frenando en el lado derecho de la pista junto a las barreras. Cuando los comisarios llegaron hasta el M3 del neozelandés para ver qué ocurría, se encontraron al ex campeón de Fórmula 1 con un paro cardíaco, ya demasiado tarde para salvarle. Algo similar a lo que ha ocurrido con Gil de Ferran, pues pese a que fue llevado al hospital más cercano, no fue suficiente para reanimarlo.
Desde la redacción de Estrella Digital enviamos nuestras más sinceras condolencias a McLaren, a toda la IndyCar, familiares y amigos. Se marcha demasiado pronto un icono que se despidió de este mundo conduciendo a altas velocidades, a lo que dedicó toda su vida – además de coincidir con el aniversario del fallecimiento de Pelé, otro gigante brasileño que se marchó a finales de 2022. Descanse en paz.