Un 29 de diciembre de 2013, el siete veces campeón mundial de Fórmula 1 Michael Schumacher se encontraba con su familia esquiando en los Alpes Franceses – unas vacaciones que habían cambiado de planes en el último momento, una decisión que acabaría siendo crucial. Hacía poco más de un año que se había retirado (esta vez de veras) de la Fórmula 1, dejando su asiento en Mercedes a Lewis Hamilton después de haber ayudado a la marca alemana a convertirse en una fuerza todopoderosa. La misma marca con la que comenzó su leyenda en los sport prototipos a principios de los noventa, antes incluso de debutar en la categoría reina.
Entonces con 42 años, Schumacher lo había logrado casi todo en F1. Eclipsó desde su debut con Jordan, ganando su primera carrera en su primer año completo en 1992 con Benetton (ante los todopoderosos Williams Renault de suspensión activa nada menos) y en 1994 y 1995 logró sus dos primeros títulos. Los primeros años con Ferrari fueron infructuosos, pero logró levantar un equipo que llevaba unas dos décadas sin ganar y la combinación Schumacher-Brawn-Todt-Byrne acabaría funcionando: entre 2000 y 2004 fueron una fuerza imbatible, logrando cinco títulos consecutivos en una era inolvidable para los Tifosi.
Tras 2005 y 2006 Schumacher optaría por retirarse, pasando más tiempo con su familia y con otras aficiones – aunque casi vuelve en 2009 reemplazando a Felipe Massa, pero en ese momento se estaba recuperando de una caída de moto. Entre 2010 y 2012 fue parte del equipo Mercedes, quienes volvieron a la F1 adquiriendo el equipo ‘de ensueño’ Brawn GP, ganadores en 2009 después de casi caerse el equipo tras marcharse Honda de la F1 en medio de la gran crisis económica mundial. Aquel retorno no fue tan exitoso, pero le dio un podio final en Valencia 2012, carrera recordada por muchos por la gran remontada hasta la victoria de Fernando Alonso ante su afición.
La caída de Schumacher en los Alpes Franceses
Schumacher, en 2013, se centró en cuidar a sus hijos, Gina-Maria y Mick (el mismo que seguiría sus pasos y llegaría hasta la F1, preparando para 2024 su debut en resistencia con Alpine). No obstante, a unos metros de una bajada en Combe du Saulire, Schumacher decidió bajar fuera de la pista, confiando en sus habilidades esquiando (de hecho, tiene una gran reputación como esquiador además de sus logros en motorsport). Apenas unos metros de diferencia que cambiaron todo, pudiendo escoger varios caminos de pista normal.
Ahora bien, en esa zona había muchas rocas ocultas y los esquíes del ‘Kaiser’ tropezaron con una de ellas, haciendo efecto palanca. Schumacher cayó de cabeza contra otra roca con tal fuerza que el casco que llevaba se rajó y sufrió un trauma cerebral. Fue llevado a toda prisa a un hospital por vía aérea hasta Grenoble, donde se le intervino en dos operaciones y sobrevivió gracias a la acción médica inmediata. Se cree que aquella caída que tuvo a principios de 2009, la misma que le impidió volver a Ferrari para reemplazar a Felipe Massa tras su accidente en Hungría, tuvo algo que ver en estas lesiones.
Desde ese momento, todo lo que concernía al Kaiser se sumió en el silencio y misterio más absoluto. Ninguna información salió acerca del estado de salud de Schumacher, excepto que estaba en coma y sólo la familia y muy pocos allegados (como Jean Todt, en ese momento y hasta finales de 2021 presidente de la FIA) pudieron verle. No hubo más información hasta que se le empezó a sacar del coma en abril de 2014, despertando en junio de 2014 – justo en el momento en el que Alemania jugaba en el Mundial de Fútbol. Tras unos meses en el Hospital de Lausanne, fue llevado a su hogar en Suiza, donde se cree que ha permanecido durante todo este tiempo.
Existieron rumores de que Schumacher había sido trasladado a algún punto de Mallorca, sobre todo después de una aparición en televisión de Elisabetta Gregoraci (ex mujer de Flavio Briatore, quien fue jefe de Schumacher en sus tiempos en Benetton). No obstante, la familia refutó esa información, por lo que se cree que ha permanecido en Suiza desde entonces y lo poco que ha contado Mick corrobora esto. Mientras tanto, Mick prosiguió su carrera deportiva, pasando desde las fórmulas inferiores hasta la Fórmula 2. Tras un año de aprendizaje, logró ganar en 2020 para dar el salto a la Fórmula 1.
Ahora bien, con un Haas abogado al final de la parrilla en 2021 y de la zona media-baja en 2022, Mick a duras penas pudo replicar los éxitos de su padre, pese a realizar algunas actuaciones convincentes en Silverstone o Red Bull Ring. Tras 2022 Haas decidió no renovarle – basándose en el coste resultante de los numerosos accidentes que había tenido sobre todo en entrenamientos en una era donde los equipos tienen un techo presupuestario y recaló como reserva de Mercedes.
Schumacher ‘sigue ahí’ según su hijo Mick, aunque Ralf echa de menos al Michael de antaño
Para 2024 seguirá como reserva de la misma marca para la que pilotó su padre, al mismo tiempo que podrá correr en el Mundial de Resistencia con el nuevo Alpine A424 LMDh, lo cual le llevará a debutar en Le Mans 33 años después de que lo hiciera Michael. En el reciente documental sobre Schumacher, Mick contaba que Michael ‘seguía ahí, aunque de otra manera‘, de modo que se presupone que es consciente de la carrera deportiva de su hijo, así como de los progresos de Gina-Maria en la equitación.
Ahora bien, estas palabras contradicen en parte las de su tío y también ex piloto de F1 Ralf Schumacher (cuyo hijo David también está corriendo en fórmulas inferiores a un ritmo distinto del de Mick), quien ha asegurado a medios extranjeros que echa de menos el Michael de antaño. Su ex compañero en Ferrari, Rubens Barrichello, tampoco le ha visto desde entonces, así como su manager Willi Weber.
Ya han pasado diez años desde que el mundo dejó de tener noticias de Michael Schumacher, para muchos el más grande de la historia de la Fórmula 1 y ahora un nombre ligado al hermetismo absoluto. Un nombre que, al igual que Ayrton Senna, Lewis Hamilton, Emerson Fittipaldi, Alain Prost, Fernando Alonso, Max Verstappen y otras leyendas, han trascendido más allá de su terreno y ojos de todo el mundo están pendientes de si vuelve a despertar el que, para muchos, fue un gigante y un referente en la vida.