Carlos Sainz debería subirse al SF24 este fin de semana en el Gran Premio de Australia después de perderse la carrera en Arabia Saudí por apendicitis. Al menos, ese es el objetivo de Ferrari, aunque antes debe superar un test médico de la FIA y ponerse a prueba el viernes en los entrenamientos libres.
En los entrenamientos libres de Yeda, Sainz se subió al coche enfermo y con fiebre. Lo que parecía una intoxicación alimentaria, terminó en una operación de apendicitis que le dejó sin correr ese fin de semana. Sin embargo, 24 horas después de pasar por el quirófano se acercó al paddock del circuito de Yeda para apoyar a su equipo. Ollie Bearman fue el piloto que le reemplazó durante el fin de semana y se llevó, de forma muy meritoria, los halagos de muchas personas de la comunidad de la Fórmula 1.
El objetivo de Ferrari y del propio Carlos siempre ha sido llegar recuperado a Albert Park. Y aunque no estará al 100%, se espera que sí pueda competir a un buen nivel. Es más, ya se le ha visto montando en bici alrededor del circuito. Pero antes de subirse de nuevo al coche, deberá superar un test rutinario de la FIA.
Se trata de un control que realiza la Federación a aquellos pilotos que son baja por enfermedad o lesión. La exigencia depende en buena medida del tipo de lesión, pero es obligatorio superarlo para poder subirse al coche el fin de semana.
El test, de una duración aproximada de 45 minutos, comienza con un chequeo general. Sin embargo, la FIA busca evalauar los reflejos y la memoria del piloto a través del clásico ImpactTEST, aunque este es más exigente después de sufrir un accidente grave que haya podido dejar algún tipo de secuelas.
La prueba que se antoja más exigente para Sainz es la de evacuación del habitáculo del monoplaza. Deberá vestirse con el mono, los guantes, el casco y toda la indumentaria habitual y tendrá que ser capaz de desabrocharse el cinturón de seguridad y retirar el volante en cinco segundos. Después, debe bajarse del coche y volver a poner el volante en su posición, todo en menos de 10 segundos.
Es una prueba que sí o sí debe superar antes de volver a subirse al coche, aunque quizá es la más delicada por la cirujía abdominal. A partir de ahí, recibirá el OK de la FIA para subirse al coche en los entrenamientos libres de este viernes. Y se espera que pueda conducir con normalidad, aunque Carlos ha reconocido que quiere ‘probarse’ y que llega algo «justo».
Por si fuera necesario, Ollie Bearman también estará en Albert Park este fin de semana. Lo hará por sus compromisos en la Fórmula 2, pero también por si Ferrari le necesitara en algún momento. Si no, intentará sumar sus primeros puntos en la categoría junior, ya que en Baréin no consiguió puntuar y en Yeda, donde hizo la Pole, no pudo correr.
Horarios y cómo seguir el Gran Premio de Australia 2024 de Fórmula 1