El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, dice que la patronal estaría dispuesta a hacer «el sacrificio» de esperar al 2012 para acometer una rebaja de cotizaciones sociales, pero apuesta por rebajar salarios, incluso por encima del 5%, en algunos sectores privados. En una entrevista publicada en el diario La Razón, Díaz Ferrán plantea estas posibilidades dos días antes de que Gobierno, patronal y sindicatos se reúnan previsiblemente por última vez para salvar un acuerdo de reforma laboral, antes de que el Ejecutivo la apruebe de forma unilateral el próximo 16 de junio.
Según el presidente de la patronal, «es difícil que se llegue a un acuerdo, primero, porque «la postura de los sindicatos está muy alejada de la de la CEOE» y, segundo, porque el Gobierno no deja ver sus cartas. «La postura del Gobierno la desconozco, afirma Díaz Ferrán, quien añade que las partes están «pendientes» de que el Ejecutivo entregue un documento con sus nuevas propuestas.
Según reconoce Díaz Ferrán, los principales escollos de la negociación son la clarificación de las causas del despido, que los empresarios quieren concretar para dar un uso efectivo del despido por causas objetivas con indemnización de 20 días por año, y cuestiones relacionadas con el contrato a tiempo parcial, de obra y servicio o con el absentismo. «Se puede decir que no hay acuerdo en ningún capítulo, apostilla.
En medio del desacuerdo, la CEOE, aunque sigue considerando «imprescindible» acometer una reducción de las cuotas sociales que soportan las empresas, está dispuesta a postergar la medida hasta que se haya logrado la consolidación fiscal.
«Hay que hacerlo en el momento oportuno, que tal vez no sea en 2010 y 2011, fechas en las que hay que acometer un ajuste fiscal muy serio, indica para añadir que «no importa hacer el sacrificio de esperar a 2012 si la reforma es lo profunda que necesita el país».
Ahora bien, Díaz Ferrán sigue pensando en fórmulas para ahorrar costes laborales a las empresas y, en este sentido, apuesta por trasladar el recorte salarial del 5% de media que el Gobierno ha impuesto a los funcionarios al sector privado.
Según recordó, el acuerdo marco para la negociación colectiva firmado por los agentes sociales para el periodo 2010-2012 prevé que este año se puedan revisar los salarios al alza hasta un 1%, «pero también que se puedan bajar». «Por tanto, se pueden bajar los sueldos este año, agrega.
«Me consta que hay sectores que necesitan bajarlos para mantener abiertas sus empresas, asegura el presidente de la patronal, quien advierte de que «habrá sectores en los que será suficiente con un 5% y otros en los que se necesitarán caídas superiores». «Se trata de salvar el número máximo de empleos, recalca.
Esta propuesta de rebaja salarial da cumplimiento a los temores de los sindicatos, quienes ya han alertado del contagio del recorte salarial a los funcionarios en el sector privado. Ello detonaría un choque frontal, a la vista que el sector público ya ha convocado un paro general para mañana por el recorte en sus retribuciones.
En este sentido, Díaz Ferrán considera que esta huelga es «inoportuna, innecesaria y fuera de lugar, puesto que los funcionarios han tenido una subida salarial del 4% en 2009, «teniendo como siempre su empleo asegurado».
Asimismo, el presidente de la patronal ve «inaceptable» que los sindicatos estén amenazando con una huelga general pese a estar sentados aún en una mesa de negociación. «España no está para paros generales ni para huelgas particulares, añade.
Más allá de las huelgas, la patronal considera necesario que no se pase del 16 de junio sin aprobar una reforma laboral, con o sin acuerdo, y asegura que si la que eventualmente apruebe el Gobierno es «adecuada» y «la que necesita el país, pedirá al PP que la convalide en el Congreso de los Diputados.
En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno suba impuestos a los que más ganan, Díaz Ferrán consideró que «sería un error aplicar un impuesto a los patrimonios». «Sería ir contra el ahorro y la inversión, afirmó para apostillar que si se hace «será una decisión demagógica» que hará que «cueste más salir de la crisis».