El sector aéreo recuperará la rentabilidad este año con un beneficio de 2.500 millones de dólares (unos 2.090 millones de euros), lo que supone su primera entrada en beneficios desde el 2007, cuando ganó 12.900 millones de dólares (10.800 millones de euros), según las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo. Las cifras fueron anunciadas durante la celebración de la asamblea anual general de la asociación, en la que su director general y presidente, Giovanni Bisigniani, mostró su satisfacción por la mejora registrada en el tráfico aéreo y se mostró «cautelosamente optimista».
El responsable recordó que no todas las regiones se están recuperando de manera igualitaria y recalcó que la región Europea será la única que siga en pérdidas, con unos números rojos de 2.800 millones de dólares (2.345 millones de euros).
«El tráfico global está regresando a niveles anteriores a la recesión con factores de ocupación cercanos al 80%, señaló Bisigniani, quien destacó que «hay motivos para celebrar» esta mejora, aunque señaló que la cifra es «modesta» y que además las previsiones están sujetas a algunos riesgos a la baja.
Entre estos riesgos, Bisigniani habló del exceso de capacidad y cargó contra las huelgas convocadas por pilotos y tripulantes de cabina de las aerolíneas, recordando que «no se pueden pagar incrementos de salarios con 47.000 millones de dólares (39.267 millones de euros) en pérdidas» e hizo un llamamiento a la cooperación dirigido a los trabajadores del sector aéreo.
También apuntó hacia otros riesgos derivados de los costes externos, (aeropuertos y navegación aérea), ya que si en el 2009 la IATA logró ahorros por valor de 2.100 millones de dólares (1.758 millones de euros), este año se incrementaron los costes en 2.600 millones de dólares (2.176 millones de euros).
Además, Bisigniani se quejó de la política tributaria de los Gobiernos, a los que acusó de sostener deudas de 2,7 billones de dólares para ayudar a los bancos, dar estímulo a las economías y soporte a las divisas. «Las aerolíneas y nuestros pasajeros no tenemos que pagar la factura, ni limpiar este caos, destacó, señalando que cualquier incremento impositivo debe ir dirigido a estos mismos bancos que ya han comenzado a aplicar su política de bonus millonarios.
Por último, Bisigniani apuntó a los riesgos derivados de la volatilidad de los precios del crudo, cuyos márgenes son «críticos» para la industria aérea. Recordó que desde los 40 dólares por barril del 2009, el precio se ha incrementado hasta los 90 dólares a principios de año y llamó a los Gobiernos a proteger la economía de los especuladores, que se enriquecen «de manera irresponsable» con estas fluctuaciones de precios.