El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, considera que los tipos de interés se mantienen en un nivel «apropiado» y advirtió de que el ritmo de recuperación económica en la zona euro será «moderado e irregular, aunque los economistas del Eurosistema revisaron al alza las expectativas de crecimiento del PIB para este año, hasta un rango de entre el 0,7% y el 1,3%, frente al rango del 0,4% y el 1,2% previsto el pasado mes de marzo por el BCE. Sin embargo, de cara al próximo ejercicio las proyecciones del Eurosistema son menos optimistas que las de hace tres meses al augurar un crecimiento del PIB de entre el 0,2% y el 1,2%, frente a la horquilla de entre el 0,5% y el 2,5% anteriormente prevista. Por otra parte también aseguró que el euro «es una divisa muy creíble, e instó a los Gobiernos del área a aplicar con más firmeza el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos en el 1%, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona volvió a utilizar el término «apropiado» al referirse al precio del dinero en la zona euro, lo que apunta a que la institución emisora no se plantea modificar su actual política monetaria, en consonancia con el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EEUU.
Así, el banquero galo afirmó que la eurozona registrará bajas presiones inflacionistas en el horizonte relevante, ya que las expectativas de inflación a medio y largo plazo permanecen «firmemente ancladas» de acuerdo con los objetivos de estabilidad de precios de la entidad.
No obstante, los economistas del Eurosistema ajustaron al alza las previsiones de inflación para 2010, hasta un rango de entre el 1,4% y el 1,6%, frente a la anterior horquilla de entre el 0,8% y el 1,6%, debido al encarecimiento de las materias primas por la depreciación del euro, mientras que de cara a 2011 los pronósticos sitúan el incremento de precios entre el 1% y el 2,2%, frente al 0,9% y el 2,1% de las previsiones de marzo.
Liquidez
Por otro lado, Jean Claude Trichet, anunció que la institución celebrará las subastas de liquidez a tres meses correspondientes al tercer trimestre del año a tipo fijo y con adjudicación plena de fondos.
«Hemos decidido adoptar un procedimiento de subasta a tipo fijo con adjudicación plena en las operaciones de refinanciación a tres meses correspondientes al próximo 28 de julio, 25 de agosto y 29 de septiembre, informó Trichet en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos de interés en el 1%.
Además, el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro reconoció que la elevada cifra depositada por los bancos comerciales de la eurozona en el BCE constata que el mercado monetario «no está funcionando perfectamente».
De hecho, según los datos consultados por Europa Press, los bancos comerciales de la eurozona depositaron ayer en el Banco Central Europeo (BCE) un total de 368.978 millones de euros a un día con un tipo de interés del 0,25%, lo que supone un nuevo récord histórico.
La facilidad de depósito del BCE remunera el dinero depositado diariamente por los bancos de la eurozona al 0,25%, muy por debajo del 1% del precio oficial del dinero, lo que constata la creciente desconfianza entre los bancos, que optan por la mayor seguridad del banco central en vez de prestarse entre ellos y obtener un mayor rendimiento.
De este modo, los bancos acumulan diez sesiones consecutivas en las que sus depósitos diarios en el BCE han resultado superiores a 300.000 millones.
Asimismo, el BCE informó de un acusado incremento en el uso de la facilidad marginal de préstamo, por la que las entidades obtienen liquidez de emergencia a un tipo de interés del 1,75%, que alcanzó ayer los 1.327 millones de euros, frente a los 29 millones de la jornada anterior y los 8 millones del pasado lunes.
Bonos
Por otro lado, el banquero galo insistió en que la decisión del BCE de adquirir bonos soberanos de los países de la zona euro en los mercados secundarios no representa un cambio en la política del BCE» y precisó que la medida fue adoptada para asegurar el funcionamiento correcto de la política monetaria.
«El programa fue adoptado para asegurar el correcto funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria, dijo Trichet, quien afirmó que la decisión se vio precipitada por las tensiones sufridas en los mercados el jueves y viernes posterior a la anterior reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, que «amenazaron no sólo el funcionamiento de la economía europea, sino de la economía global».
Sin embargo, el banquero rehusó proporcionar más detalles sobre este programa de compra de deuda pública, como su duración o el volumen previsto del mismo, que por el momento asciende a 40.500 millones de euros.
Por otro lado, Trichet descartó que la entidad no tiene planes inmediatos de vender certificados de deuda que absorban el exceso de liquidez, aunque reconoció que la institución maneja todas las opciones posibles.
«Estamos examinando todos los instrumentos posibles, pero por el momento no hay nada inmediato en este campo, dijo Trichet.
Pacto de estabilidad
Jean-Claude Trichet, aseguró este jueves que el euro «es una divisa muy creíble, pero instó a los Gobiernos del área a aplicar con más firmeza el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno, el presidente del BCE defendió unas políticas más estrictas dentro de la zona del euro y de la Unión Europea (UE) para afrontar la crisis de endeudamiento de Europa.
Trichet explicó que el consejo de gobierno saludó la reciente decisión de los países de la zona del euro de establecer formalmente la llamada Facilidad de Estabilidad Financiera Europea, mecanismo para rescatar a eventuales países en quiebra dotado de 440.000 millones de euros.
No obstante, apostilló que esta medida «debe ser acompañada por una acción decisiva a nivel de los Gobiernos».
Destacó la capacidad del euro para preservar la estabilidad de precios, «lo que es un gran activo para los desequilibrios internos y externos».
La palabras de Trichet llevaron al euro por encima de los 1,21 dólares, tras haber caído en las últimas semanas a su nivel más bajo desde hace más de cuatro años por la incertidumbre que ha creado la crisis de endeudamiento de los países que comparten la moneda única y de otros como Hungría.
Previamente, el consejo de gobierno del BCE decidió dejar inalterado el precio del dinero para los países del euro en el 1%.
El Banco de Inglaterra también mantuvo su tasa rectora en el 0,5%, por décimo quinto mes consecutivo.
Trichet dijo que los tipos de interés se encuentren en un nivel «adecuado, por lo que dejó entrever que los dejará en este nivel históricamente bajo durante algún tiempo.
La reaparición de tensiones en los mercados por la crisis de endeudamiento de Europa ha obligado al BCE a frenar la estrategia de retirada de las medidas extraordinarias aplicadas tras la quiebra de Lehman Brothers para facilitar liquidez a los bancos y también retardará la subida del precio del dinero hasta el segundo semestre del próximo año.
El presidente del banco europeo reconoció que «el mercado de dinero no funciona perfectamente, hecho que ha llevado a los bancos comerciales de la zona del euro a depositar cantidades récord en la facilidad de depósito del BCE, que es un depósito muy seguro, y pese a que la remuneración es muy baja.
Trichet aseguró que el BCE proporcionará al mercado de dinero del euro toda la liquidez necesaria.
Anunció que la entidad dará a los bancos comerciales toda la liquidez que necesiten en las operaciones regulares de refinanciación con tres meses de vencimiento de julio, agosto y septiembre.
El presidente del BCE rehusó dar detalles del programa de compra de deuda pública que la entidad lleva a cabo actualmente, algo que han demandado los inversores.
Este programa de adquisición de deuda pública, del que el BCE no ha especificado ni el volumen ni los países a los que compra bonos, ha creado división en el seno del consejo de gobierno con la oposición de los miembros alemanes, el presidente del Bundesbank, Axel Weber, y el economista jefe del BCE, Jürgen Stark, que temen una subida de la inflación.
«Hay una divisa, hay un BCE, hay consejo de gobierno y una decisión, enfatizó el máximo responsable del banco europeo para defenderse de la críticas.
El BCE revisó este jueves al alza sus proyecciones de crecimiento para 2010, por los impulsos de la recuperación global, pero a la baja para el 2011, por el debilitamiento de la demanda interna.
La entidad prevé un crecimiento medio en 2010 del 1% (0,8% en marzo) y en 2011 del 1,2% (1,5% en marzo).
La entidad también corrigió al alza sus previsiones de inflación para este año y el próximo por el encarecimiento de las materias primas.
El BCE pronostica una inflación media del 1,5% en 2010 (1,2% en marzo) y del 1,6% en 2011, (1,5% en marzo).