La economía de Estados Unidos creció entre enero y marzo a un ritmo menor de lo calculado inicialmente por el Gobierno, que este viernes ajustó sus cifras como resultado de un incremento menor del gasto de los consumidores y un mayor déficit comercial. El Departamento de Comercio, en su tercer y último cálculo del Producto Interior Bruto, señaló que la economía estadounidense tuvo una tasa anualizada de crecimiento del 2,7% en el primer trimestre. En su primer cálculo el Gobierno había indicado un incremento del 3,2%, y en el segundo uno del 3%.
El dato, sorprendente para los analistas, muestra que la reactivación de la economía estadounidense, que hasta mediados del 2009 tuvo cuatro trimestres consecutivos de contracción, continúa pero con menor ímpetu. En el último trimestre del pasado año, la tasa anualizada de crecimiento del PIB fue del 5,6%.
Los expertos calculan ahora que el crecimiento será un poco más robusto en el segundo trimestre, con una tasa anualizada de alrededor del 3,8%. Pero persisten las incertidumbres acerca de las perspectivas del crecimiento económico en la segunda mitad del año.
La corrección de cifras, que es habitual después de que el Gobierno obtiene más información, muestra que la mayor economía del mundo dependió más entre enero y marzo del reabastecimiento de los inventarios y obtuvo menos sustento del gasto de los consumidores y empresas antes de que se intensificara la crisis de la deuda en Europa.
La elevada tasa de desempleo, las turbulencias en los mercados financieros y la ausencia de inflación se cuentan entre las razones por las que esta semana la Reserva Federal reiteró que mantendrá, por un período amplio las tasas de interés por debajo del 0,25%.
El informe muestra que el índice de precios en gastos de consumo, una medida de la inflación a la que presta mucha atención la Reserva Federal, subió en el primer trimestre a una tasa anualizada del 0,7%, la más baja desde 1962.
El Departamento de Comercio indicó que el gasto de los consumidores, que en EEUU equivale a más de dos tercios del PIB, creció entre enero y marzo un 3%, cinco décimas por debajo del cálculo preliminar.
Pero aún así fue un aumento robusto, comparado con el crecimiento del 1,6% en los tres meses anteriores. El crecimiento del gasto de los consumidores entre enero y marzo pasados fue el mayor desde el 2007.
Las ventas finales, un indicador que excluye los inventarios, subieron a una tasa anualizada del 0,8%. El cálculo preliminar había sido del 1,4%.
Un hecho positivo en las correcciones es que las ganancias de las empresas en ese período aumentaron un 12,1%, bastante por encima del 9,7% calculado preliminarmente.
En los últimos tres meses del año pasado, las ganancias de las empresas subieron un 8,2%, y en comparación con el primer trimestre del 2009 han subido un 45,9% entre enero y marzo.
También hubo una corrección en el déficit de la balanza comercial de bienes y servicios de Estados Unidos que en el primer trimestre fue de 373.000 millones de dólares, en lugar de los 368.300 millones de dólares calculados de forma preliminar.
Desde que comenzó la recesión económica en diciembre del 2007 Estados Unidos ha tenido una pérdida neta de unos 8,4 millones de dólares, la mayor desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los informes del Departamento de Trabajo muestran que entre enero y mayo ha habido una ganancia neta de 495.000 puestos de trabajo.