La Comisión Europea autorizó hoy las ayudas otorgadas por el Gobierno español a la reestructuración de la Caja Castilla-La Mancha, en virtud de un plan «que afronta adecuadamente los problemas que condujeron al rescate de la entidad en 2009, a la vez que evita distorsiones innecesarias de la competencia, según un comunicado del Ejecutivo comunitario.
«La CE está satisfecha de que Caja Castilla-La Mancha haya sido reestructurada de una forma que limita las distorsiones de la competencia y asegura la viabilidad de las actividades de banca, ha dicho Joaquín Almunia, comisario europeo de la Competencia, en el comunicado enviado hoy a la prensa.
Caja Castilla-La Mancha recibió una garantía estatal de 3.000 millones de euros en marzo de 2009, seguida de una inyección de capital de 1.300 millones a cargo del fondo de garantía de depósitos, además de una contribución de liquidez de 350 millones y una garantía de unos 2.500 millones para activos dañados, según la Comisión Europea.
En el texto del comunicado, Bruselas destaca que «la cantidad significativa de ayuda» recibida respecto a su tamaño (en junio de 2009, CCM tenía un balance de 27.000 millones), «requería una reestructuración en profundidad para restaurar su viabilidad y atender la distorsión de la competencia».
A su juicio, la reestructuración diseñada para la CCM, seguida de la venta su negocio bancario a Banco Liberta (subsidiaria del grupo Cajastur), aseguran la viabilidad del negocio sin necesidad de continuar recurriendo a las ayudas estatales que distorsionan la competencia.
Caja Castilla-La Mancha ofrecía servicios de banca minorista en la región de Castilla-la Mancha y «tenía una presencia limitada en el mercado español, en torno al 1% a mediados de 2009.
Intervención
La intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM) en marzo de 2009, en medio de la crisis financiera y cuando la economía española estaba a punto de empezar su contracción, fue la mayor realizada desde la de Banesto en 1993 y fue interpretada como una advertencia del supervisor para que las cajas en apuros solventaran sus problemas para no acabar igual.
A diferencia de otras «uniones» entre cajas, la de CCM con Cajastur no requerirá recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) -en vigor hasta el 30 de junio-, sino que bastará con 1.300 millones de euros del Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas, que se nutre de aportaciones de estas entidades.
Caja Castilla-La Mancha presta servicios de banca minorista, principalmente en la región de Castilla-La Mancha y, tras la reestructuración, se transformará en una fundación con fines sociales.