El Gobierno francés desveló este miércoles algunas de las medidas de ajuste que piensa aplicar en los próximos meses para cumplir sus objetivos de lucha contra el déficit público, en particular la congelación del suelo de los funcionarios el año próximo. El ministro de Trabajo, Eric Woerth, fue el encargado de oficializar la congelación del sueldo de los funcionarios en un encuentro con los sindicatos, en el que al mismo tiempo confirmó un compromiso anterior (que data de 2008) para aplicar una subida del 0,5% a partir de mañana, 1 de julio.
Woerth insistió en que con ese aumento y teniendo en cuenta los anteriores, el aumento del poder adquisitivo de los empleados públicos va a ser del 3,4%, y dijo que el año próximo se abrirán negociaciones con las centrales sindicales para discutir la evolución en 2012 y 2013.
El Consejo de Ministros adoptó una serie de medidas para cumplir la meta de reducir el déficit del Estado en 100.000 millones de euros de aquí a 2013, de los cuales 40.000 millones con un recorte del gasto.
Entre ellas figuran, aparte de la citada congelación salarial de los funcionarios, la supresión de 100.000 puestos de trabajadores públicos, mediante la regla que ya se viene aplicando desde hace años de no sustituir a la mitad de los que se jubilen.
Aunque el Ejecutivo se ha negado a hablar de aumento de los impuestos, se prepara a suprimir una serie de exenciones fiscales.
Pero el grueso del dispositivo es la reducción del 10% de los gastos de funcionamiento de la Administración, por ejemplo mediante la centralización de compras o la modernización de los sistemas informáticos.
El próximo fin de semana está previsto que el primer ministro, François Fillon, comunique a cada ministerio el máximo de fondos del que pondrá disponer en 2011, con vistas a la preparación de los presupuestos, que se presentan en septiembre.
Uno de los argumentos para esta nueva oleada de instrumentos de ajuste son unas previsiones del Gobierno más pesimistas sobre la evolución de la deuda pública.
En concreto, el Ministerio de Economía anunció que, si no se toman medidas suplementarias, los números rojos de las cuentas públicas pasarán del 83,7% del producto interior bruto (PIB) este año al 87,5% en 2012, peor de lo previsto hasta ahora.