La asamblea de trabajadores de Metro de Madrid decidió este lunes convocar una huelga los próximo miércoles y viernes con el respeto de los servicios mínimos. Antes de su aprobación definitiva, la propuesta deberá ser también votada por los trabajadores que acudan esta tarde a la asamblea que tiene lugar en las cocheras de Plaza de Castilla.
La decisión de los empleados de la compañía llega después de varias rondas de negociaciones con la dirección de la empresa, que han permitido avances pero no han culminado en un acuerdo para evitar una reducción salarial de los trabajadores.
El portavoz del Comité de Huelga de Madrid, Antonio Asensio, reconoció que se adelantaba «un poco» al informar sobre la propuesta seleccionada, dado que la asamblea va a volver a reunirse esta tarde, pero ha añadido que «viendo la inmensa mayoría que han apoyado al Comité de Huelga» es muy difícil que salga la otra propuesta.
La segunda propuesta, que sólo ha recibido por la mañana 30 votos, consiste en servicios mínimos para el día 13, mientras que los días 14, 15 y 16, el metro funcionaría de 6 a 9 y de 18 a 21 horas.
Asensio ha considerado «algo lamentable» la actitud de la empresa, puesto que el acuerdo sería posible si ésta admitiese la reducción del gasto en otras partidas, sin provocar a los trabajadores con el 1.5 por ciento de reducción salarial.
El Comité de Huelga va a respetar, según Asensio, los «abusivos servicios mínimos» exigidos por la empresa, aunque ha planteado como alternativa cubrir sólo «el servicio durante las horas punta» (de 6 a 9 y de 18 a 21 horas), propuesta que la empresa no ha tenido en cuenta.
El número de trabajadores que esta mañana ha acudido a la asamblea ha sido de 2.000, algo más reducido que en las anteriores convocatorias, debido a la «labor informativa del Comité, las vacaciones y el mundial» de fútbol, ha explicado Asensio.
No hay prevista de momento ninguna reunión entre la empresa y el Comité de Huelga, por lo que el portavoz del Comité ha hecho un llamamiento a la «sensatez y a la cordura» para que se pueda producir esa reunión, ya que, de lo contrario, seguirán las convocatorias de huelga.
Aunque este lunes se iba a permitir la entrada de los periodistas a la asamblea, nada más comenzar se les ha obligado a salir de la sala entre insultos y empujones.