España ha registrado durante las tres últimas décadas un notable ascenso en el índice de desarrollo económico y social tipificado por la ONU hasta ocupar el puesto quince en el ránking mundial, al tiempo que ha reducido sensiblemente la desigualdad de género y el nivel de pobreza. Así lo indica el estudio «Desarrollo humano en España: 1970-2007» elaborado por Bancaja. Según explica el estudio, las mediciones se han hecho utilizando el parámetro Índice de Desarrollo Humano (IDH) desarrollado por la ONU, considerado «la opción más adecuada» para la medición del desarrollo económico y social de los países y basado en tres aspectos: la salud, la educación y el bienestar material.
Como indicador de la salud se toma la esperanza de vida al nacimiento, para la educación se utiliza una combinación entre niveles de alfabetización y número de matriculaciones y para la renta se usa el valor del PIB per cápita medido en dólares de un año base.
Según la media aritmética de estos tres indicadores, España tenía una IDH de 0,852 en 1980, índice que ha ido creciendo progresivamente hasta alcanzar el 0,950 en 2007, lo que le ha hecho subir doce puestos en la clasificación mundial y situarse en un tercil medio junto a países como Estados Unidos, Suiza o Finlandia.
Paralelamente a este crecimiento, España ha experimentado además un aumento «relevante» en el Índice de Desarrollo de Género (IDG), medida que ajusta el progreso medio cuantificando las desigualdades entre hombres y mujeres en esperanza de vida, educación y renta per cápita.
En este apartado, el estudio refleja una tasa de variación del 13,22 por ciento en el citado periodo y sitúa a España como noveno país con mayor igualdad de género.
Asimismo, el Índice de Pobreza Humana (IPH), fórmula desarrollada por la ONU para su uso en los países desarrollados, ha caído del 17,1 al 12 por ciento entre 1980 y 2007, nivel más bajo que el de Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda e Italia.
Según los autores de este estudio, los investigadores del Ivie Carmen Herrero y Antonio Villar, España «ha mejorado notablemente su posición en Europa y en el mundo» gracias, entre otras cosas, al aprovechamiento de los fondos económicos europeos y a un cambio de su estructura demográfica.
Además, ha crecido «mucho» la esperanza de vida, el analfabetismo «prácticamente ha desaparecido» y el PIB ha experimentado una «gran evolución», circunstancias que han motivado este desarrollo que, no obstante y debido a la crisis actual, ha «cambiado radicalmente» en estos tres últimos años.
A pesar de la coyuntura actual, los autores del informe han señalado que la trayectoria de España en este periodo «induce al optimismo», porque durante el mismo ha superado otras grandes momentos de dificultad económica.
En el apartado regional, el estudio sitúa al País Vasco como la comunidad con mayor índice de desarrollo, seguida de Madrid, Navarra y Castilla y León.