La reciente compra por parte de China de cientos de millones de euros en bonos públicos de España y Grecia hace «visible» la presencia en Europa del gigante asiático, destacó hoy el comisario europeo de Comercio, el belga Karel De Gucht, durante la apertura de un seminario de comercio en Shanghái. La presencia de China en la economía europea es visible «sea en las recientes compras por parte de la SAFE (siglas en inglés de la Administración Estatal de Divisas Extranjeras de China) de varios cientos de millones de euros en bonos gubernamentales en la eurozona, o en otras inversiones de gran escala, como la adquisición de Volvo por el fabricante de automóviles (chino) Geely», señaló.
Poco después, De Gucht comentó a la prensa que esas compras de bonos en España y Grecia son para China «una buena inversión», y aseguró que «mantendrán su valor» y que no suponen ningún riesgo para la economía china.
Solamente en deuda pública española, la SAFE, el organismo oficial que canaliza las inversiones chinas en el extranjero, se hizo este mismo mes con unos 400 millones de euros en obligaciones del Estado español a diez años, aunque había tratado de conseguir hasta 1.000 millones de euros, según el diario londinense The Financial Times.
Estas compras son vistas como una clara señal de confianza por parte de China hacia la solidez de la zona del euro.
«Especialmente en tiempos difíciles, China y Europa deberían ser socios y pilares necesarios de la economía global», señaló De Gutch, en su discurso de apertura de los «Días del Comercio» en el pabellón europeo de la Exposición Universal de Shanghái, con la participación de casi 200 delegados de China y la UE.
Sobre la presencia china en Europa, también destacó que por ahora la inversión extranjera directa de origen chino sólo supone entre un 2 y un 3% del total que recibe la UE, que, por su parte, es el principal emisor y receptor mundial de inversión foránea.
China es el principal emisor de los productos que importa la UE, añadió el comisario.
Además, destacó que China es el destino de las exportaciones europeas que está creciendo más rápido (un 60% en los últimos cuatro años), hasta el punto de que el gigante asiático recibió en 2009 el 7,5% de las exportaciones europeas, cuando en 1999 sólo absorbía el 2,9%.
De Gucht indicó también que la crisis financiera demostró «los beneficios de la interdependencia (de las economías en un mundo cada vez más globalizado), pero también los riesgos cuando las cosas van seriamente mal».
«Nuestra economía global depende de que los mercados sean abiertos, estén integrados y sean justos», dijo, y de que en ellos «haya suficiente coordinación de las políticas macroeconómicas como para evitar que se formen desequilibrios peligrosos».
«Tanto la UE como China tienen un fuerte interés mutuo» en este sentido, destacó, «y la responsabilidad de asegurarse de que el barco de la economía mundial se conduce alejado de las rocas».
De Gutch, que estuvo acompañado en la apertura por el viceministro chino de Comercio, Gao Hucheng, resaltó sobre todo la importancia de una apertura económica recíproca, aludiendo sin mencionarlo a las fricciones comerciales entre ambas economías, aunque afectan a menos del 1% de sus intercambios bilaterales.
El espectacular crecimiento de China en los últimos años, que De Gucht comparó con los «dorados años sesenta» europeos, «no habría sido posible sin un sistema comercial multilateral abierto, y sin la apertura de los principales mercados de exportación para China, incluido el de la UE», afirmó.
«China se ha beneficiado mucho de la apertura de los demás, así que es lógico contemplar el comercio y la apertura como una calle que va en dos direcciones», por lo que sólo así se pueden garantizar «el crecimiento sostenible y a largo plazo, tanto para la UE como para China», concluyó el comisario europeo.