El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, subrayó este viernes que las pruebas de solvencia hechas a las entidades financieras españolas confirman la solidez del sector bancario del país. En la rueda de prensa en la que presentó esas pruebas de solvencia, Fernández Ordóñez recordó que este ejercicio se ha basado en un escenario «altamente improbable» de deterioro económico y demuestra, por tanto, que en condiciones «normales y previsibles» el sistema financiero español es sólido.
El responsable del supervisor admitió que hay cuatro agrupaciones de cajas que necesitarían recapitalización según las pruebas, pero en su opinión no haría falta porque actualmente superan el 4% legal de Tier 1 -proporción de recursos propios de máxima calidad del total de activos ponderados por riesgo-, aunque estén por debajo del 6% que se ha utilizado como referencia en este ejercicio europeo.
Además recordó que no habría problemas en caso de que tuvieran que conseguir más capital, ya que este viernes mismo la Comisión Europea ha permitido la ampliación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que tiene «dinero suficiente» para las entidades que lo pudieran necesitar, y, por otra parte, también pueden acudir al mercado, gracias a la reforma de la ley de cajas.
En cualquier caso admitió que el supervisor se reunirá con las cuatro entidades que no han superado la prueba para ver si necesitan nuevos recursos y, en caso de ser así, deberían buscar esa recapitalización antes de que acabe el año.
Recordó no obstante que alguna de estas agrupaciones «ya se ha adelantado», en alusión a Banca Cívica, que está en conversaciones con un fondo americano para obtener más capital del que según estos test necesitaría.
Aunque en el conjunto del análisis europeo cinco de las siete entidades que no han pasado la prueba son españolas, Fernández Ordóñez advirtió de que no se pueden hacer comparaciones, dado que éste ha sido el único país que ha sometido a examen a todo su sistema, mientras otros países han decidido la opción que daba el supervisor europeo, de examinar como mínimo a la mitad de su sector.
«Nosotros estamos dando todos (los datos del sistema) y no se sabe lo que está pasando con otros países que no dan todos los datos», señaló el gobernador, para quien la elección española ha sido la acertada, porque «cuando hay dudas hay que ser absolutamente transparentes, y nosotros lo hemos sido».
Insistió además en que las entidades que no han pasado la prueba «no son cajas con problemas», y todas tienen un proyecto de integración aprobado por el Banco de España.
Para Fernández Ordóñez, las pruebas demuestran no sólo la solidez del sistema financiero, sino también que eran necesarios los procesos de integración y la reestructuración de las entidades, así como la reforma de la ley de cajas para permitir que éstas puedan acudir al mercado.