Utilizar toda la vida laboral para calcular la pensión, elevar de 35 a 40 los años que hay que cotizar para cobrar la pensión máxima y aumentar a los 67 años la edad legal de jubilación son los tres ejes de la reforma de las pensiones que para los jóvenes presentó este jueves el grupo de los «100 economistas», una agrupación integrada por analistas pertenecientes a centros de investigación de EEUU, Reino Unido y España que gestiona la Fundación de Economía Aplicada (Fedea).
Según explicó en rueda de prensa Pablo Vázquez de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que promueve el nuevo manifiesto de los 100, los jóvenes españoles tienen derecho a contar con un sistema público de pensiones moderno, similar al sueco y que se basa en esos tres principios.
La razón principal que se aporta en el informe para el cambio es que el sistema actual español es «injusto», ya que prima carreras cortas de trabajadores cualificados o de autónomos, frente a las de mayor duración de asalariados con baja cualificación.
Por ello, Vázquez afirmó que la reforma que proponen es «urgente», ya que los jóvenes de 40 años necesitan saber si van a cobrar una pensión, algo que ahora no está garantizado.
De la propuesta de reforma del Gobierno, cuya medida principal es elevar la edad de jubilación en dos años (de los 65 a los 67), Javier Díaz-Jiménez (del IESE) dijo que sólo mejora la sostenibilidad a medio plazo, porque retrasa la aparición del primer déficit a 2020, pero no permite resolver las pensiones «definitivamente».