La Unión Europea (UE) prepara una reforma de la disciplina fiscal que incluirá sanciones contra los países de la zona euro que presenten déficit de competitividad, pese a la oposición de España a este tipo de castigos.
Los ministros de Finanzas de los Veintisiete prevén acordar este lunes los principios generales que regirán este tipo de penas, cuyo objetivo será atajar los desequilibrios existentes en las economías de la Eurozona, como las burbujas inmobiliarias que afectaron a España e Irlanda antes de la crisis.
Según las fuentes consultadas, España es el único país que se opone a estos castigos, al considerar que los desequilibrios macroeconómicos no responden siempre a las actuaciones de los gobiernos.
España ha sido señalada varias veces por Bruselas como una de las economías mediterráneas que ha ido perdiendo competitividad desde la adopción de la moneda única.
El borrador de informe que discutirán este lunes los ministros, al que ha tenido acceso Efe, destaca la importancia de extender la vigilancia más allá de la supervisión fiscal, para atender también a estos problemas de competitividad.
En línea con las propuestas de la Comisión Europea, el texto recomienda que Bruselas efectúe una evaluación anual sobre las debilidades de cada país, en paralelo con el tradicional examen de las cuentas públicas, empleando una serie de indicadores como el precio de la vivienda o la deuda privada.
El documento reconoce que los desequilibrios macroeconómicos tardan años en corregirse y, por eso, vincula la aplicación de las sanciones al cumplimiento de las recomendaciones y no a los resultados obtenidos, de manera que sólo sean castigados los estados que incumplan los consejos de Bruselas.
La Comisión ha propuesto que estas multas asciendan al 0,1% del PIB del país afectado (lo que en el caso español podría sobrepasar los 1.000 millones de euros).
El texto también recomienda que la Comisión envíe misiones de inspección a los estados señalados por sus desequilibrios excesivos, así como a aquellos con déficit excesivo.
Esta recomendación está incluida en el borrador del informe que prepara el grupo de trabajo creado la pasada primavera, en pleno azote de la crisis de deuda, para impulsar el endurecimiento de la disciplina presupuestaria.
El documento podría sufrir cambios durante la reunión de este lunes, antes de que sea entregado a los líderes de la UE en la cumbre que se celebrará a finales de mes en Bruselas.
Por otro lado, el borrador se hace eco de otras propuestas de la Comisión como la introducción de castigos preventivos contra los países que, sin haber superado los límites de déficit y de deuda permitidos (el 3% y el 60% del PIB, respectivamente), mantengan una política presupuestaria poco saludable.
El borrador también propone que el criterio de la deuda pública sea un factor vinculante en el procedimiento sancionador, aunque se hace eco de la petición de algunos países para que el coste de la reforma de sus sistemas de pensiones sea un factor atenuante.
Todo el rango de sanciones económicas será únicamente aplicable a los países del euro, aunque el grupo recomienda extenderlas al resto de la UE (excepto Reino Unido) antes de 2013.
El método que propone para el resto de la Unión será mediante el bloqueo de las ayudas europeas a los infractores.
El documento señala que las sanciones no serán retroactivas, pero recomienda acordar una aplicación paulatina para los estados con déficit excesivo (la mayoría de la Eurozona, entre ellos España).
El documento también considera la posibilidad de sancionar a los países que publiquen estadísticas poco fiables, como ha sido el caso de Grecia.
Por último, el borrador también recomienda realizar evaluaciones independientes sobre los países, distintas de las que realiza la Comisión, en línea con las peticiones del BCE.