El tráfico ferroviario en Francia se encuentra alterado, con la anulación de aproximadamente la mitad de los trenes previstos, mientras que las refinerías continúan bloqueadas por el movimiento de protesta contra el retraso de la jubilación preconizado por Nicolas Sarkozy.
Los movimientos sindicales de bloqueo de las refinerías, que comenzaron el pasado viernes, continuaron este lunes pese a las advertencias del Gobierno de que las abrirán aunque sea por la fuerza.
Las diez centrales del país continúan con problemas mientras un buen número de gasolineras empiezan a sentir los efectos de la escasez de combustible.
El primer ministro, François Fillon, advirtió este domingo de que no aceptaría la parálisis del país con movimientos sindicales.En la refinería de Grandpuits, a las afueras de París, tres trabajadores fueron obligados a ir a sus puestos bajo pena de cárcel, según los sindicatos, que bloquearon los accesos a la central y acusaron al Gobierno de querer impedir el derecho de huelga.
Mientras, los ferroviarios continuaron con los paros que obligaron a la empresa nacional de trenes a suspender la mitad de los previstos para hoy.
Los paros afectan de forma desigual a los trenes internacionales, indicó la empresa.
A las protestas se sumaron los camioneros, que multiplican las acciones de bloqueo de la circulación a lo largo de todo el país, lo que está causando numerosos atascos en puntos estratégicos.
Cancelaciones
La huelga que se mantiene en Francia en protesta por la reforma de las pensiones ha obligado a suspender o modificar los servicios ferroviarios que unen España con Europa, como ya ocurrió la semana pasada, informó hoy Renfe en un comunicado.
Durante la jornada de hoy se ha suspendido el «trenhotel» que enlaza Madrid con París, sin medios alternativos, mientras que el talgo «Mare Nostrum» entre Montpellier y Cartagena iniciará su recorrido en Portbou y los viajeros serán trasladados por carretera desde su origen hasta Figueres.
También los trenes de media distancia Barcelona-Girona-Portbou-Cerbère (Francia) acabarán y empezarán su recorrido en Portbou.
Durante el fin de semana, la huelga en el país vecino ha afectado, entre otras conexiones, la de Milán-Barcelona en ambos sentidos, que ha contado con un servicio alternativo de autobús entre las dos ciudades, así como al «trenhotel» entre la Ciudad Condal y París y viceversa que ha suprimido el total de su recorrido.
Igualmente, Renfe ha facilitado a los usuarios del suprimido «trenhotel» Zúrich-Barcelona un servicio alternativo de autobús desde Ginebra hacia la capital catalana, llegando a Ginebra con las líneas convencionales de ferrocarril de Suiza.
Tráfico aéreo
Los vuelos entre los aeropuertos españoles y franceses se desarrollan con normalidad y no están afectados por la huelga que se registra en Francia en contra de la reforma de las pensiones, informaron a Efe fuentes de AENA.
El paro afecta al tráfico rodado, ya que los camioneros franceses mantienen bloqueados o dificultan la circulación en varios puntos estratégicos del país y al ferroviario.
Entre los lugares bloqueados se encuentran las refinerías, por lo que la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol) ha recomendado a las compañías aéreas que carguen sus depósitos con más combustible cuando se dirijan a instalaciones galas.
Sin marcha atrás en la edad de jubilación
El primer ministro francés, François Fillon, descartó este domingo renunciar al retraso de la edad de jubilación, motivo que alimenta las protestas de los sindicatos que están afectando al país en los últimos días.
En una entrevista en la televisión TF1 en horario de máxima audiencia, el jefe del Gobierno señaló que la reforma «seguirá adelante» y que será votada por los senadores, algo que está previsto el próximo miércoles.
El día antes, el país vivirá la décima jornada de movilización contra la medida y afrontará los paros indefinidos convocados en algunos sectores estratégicos, como los ferrocarriles y las refinerías.
En este último sentido, Fillon se presentó como el garante de que el país no se verá paralizado y aseguró que no habrá escasez de combustible en las gasolineras.
«No dejaré que el país sea bloqueado. No dejaré que la economía francesa se ahogue por un bloqueo del suministro de carburante», señaló el ministro.
Minutos antes, el ministro del Interior, Brice Hortefeux, había advertido que se utilizará la fuerza si fuera necesario para desbloquear las refinerías, paralizadas desde hace varios días, lo que provoca problemas de abastecimiento.
Fillon garantizó que «no habrá penuria» de carburantes porque su Gobierno tomará «las medidas necesarias para que el país no esté bloqueado».
Esas primeras medidas fueron adoptadas esta misma tarde, cuando tres trabajadores fueron obligados a ir a la refinería de Grandpuits bajo pena de despido, según los sindicatos.
Sin embargo, un grupo de militantes sindicales bloqueó los accesos a la central para evitar que siguiera funcionando, alegando que las medidas del Gobierno van contra el derecho de huelga.
Para Fillon «el derecho a la huelga no da derecho a impedir el acceso a un depósito de combustible», una acción que calificó de «ilegal».
El primer ministro indicó que, junto con el presidente, Nicolas Sarkozy, siguen «cotidianamente» las protestas, pero que no tienen previsto rectificar los puntos clave de la misma, es decir, el retraso de la edad mínima de jubilación de 60 a 62 años y de 65 a 67 para cobrar el total de la pensión.
«Si no rectificamos el tema de los 62 años no podremos pagar más la pensión de los franceses», aseguró Fillon, que consideró el retraso de la jubilación como «la clave de la financiación de las jubilaciones del mañana».
Por otro lado, el primer ministro descartó una subida del impuesto sobre el valor añadido porque consideró que en Francia es ya suficientemente elevado.
En contrapartida, Fillon apostó por un descenso del gasto público para reequilibrar el presupuesto.