El Gobierno irlandés presentó este miércoles el «Plan de Recuperación Nacional» para los próximos cuatro años, que prevé recortes de 3.000 millones de euros en las prestaciones sociales, el ahorro de 1.200 millones mediante la eliminación de 24.750 puestos de funcionarios y una subida generalizada de los impuestos.
El primer ministro irlandés, Brian Cowen, aseguró al presentar el plan que las medidas tienen como objetivo recuperar la «confianza de la ciudadanía» y demostrar que el país tiene «futuro».
El «40% de los contenidos» del plan, que contempla recortes por un valor de 15.000 millones de euros para lograr reducir el déficit público hasta el 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, debe ser alcanzado en 2011, indicó Cowen.
El Estado, dijo Cowen, necesita ingresar durante los próximos cuatro años 10.000 millones de euros mediante de la reducción del gasto público y otros 5.000 millones con una profunda reforma del régimen fiscal.
La primera fase de ese plan echará a rodar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos generales para 2011, cuya aprobación es clave para que Irlanda pueda acceder al rescate financiero de la UE y del FMI.
En las 140 páginas del citado plan se establece que el salario mínimo interprofesional se reducirá en un euro, hasta los 7,65 la hora y que se incrementará en el impuesto sobre el valor añadido (IVA), hasta el 22% en 2013 y el 23% en 2014, lo que generará a las arcas públicas unos ingresos de unos 620 millones de euros.
También se encarecerán las tasas en el sector educativo, con un encarecimiento de 500 euros de las tasas universitarias, hasta los 2.000 euros anuales, al tiempo que se instalarán contadores de agua en todos lo hogares para imponer un nuevo impuesto antes de 2014.
El «Taoiseach» (primer ministro) advirtió de que los impuestos sobre la renta volverán a los niveles de 2006, mientras que el Estado tratará de revertir su gasto público a los registros de 2007.
Aunque el Gobierno no modificará las actuales «pensiones estatales», el plan prevé elevar la edad de jubilación a los 66 años en 2014, los 67 en 2021 y los 68 en 2028.
Con estas y otra medidas, el Ejecutivo de Dublín confía en reducir el déficit público hasta el 9,1% del PIB en 2011, después de cerrar este año en un 32% como consecuencia de los 35.000 millones de euros que el Gobierno ha inyectado en su sector bancario.
El ministro de Finanzas, Brian Lenihan, confirmó que no elevará su controvertido impuesto sobre sociedades, tal y como le reclaman algunos socios comunitarios, que en la actualidad está fijado en el 12,5% y que Dublín considera crucial para atraer inversiones extranjeras a la isla.