El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha defendido el modelo de revisión salarial español, que se basa en la evolución del IPC, frente a la propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel, de que los incrementos se liguen a la productividad.
En el Foro Nueva Economía, Gómez ha considerado que a España no le ha ido «mal» el tener un sistema que liga la evolución de los salarios a la inflación prevista.
Ha recordado que mientras en 2009 se dispararon en España los salarios, en 2010 sólo han subido un 1,1 % frente al alza del 3 % de los precios, contención que ha permitido a las empresas recuperar las pérdidas, opinó.
No obstante, el ministro de Trabajo ha recordado que en otros países europeos la revisión de los salarios se hacen en función del IPC pasado.
Por ello, dijo que hay que evaluar cuál es el mejor modelo, si el basado en el IPC previsto o el pasado.