La agencia de calificación financiera Moody’s redujo la nota de la deuda de Portugal en dos niveles por la incertidumbre de la situación económica lusa y pese al rigor de las medidas económicas de su Gobierno. La agencia anunció que la nota de la deuda soberana, que mantiene los bonos lusos en perspectiva negativa, desciende de A1 a A3 la víspera de que el Estado portugués subaste entre 750 y 1.000 millones de euros en obligaciones del Tesoro nacional.
Moody’s advirtió del peligro que suponen para las finanzas de Portugal sus limitadas posibilidades de crecimiento, los riesgos en la aplicación de los objetivos de saneamiento presupuestario, las dificultades de acceso a la financiación y la posibilidad de que el Gobierno deba ayudar a la banca. La agencia señaló también los problemas que atravesará a medio plazo el mercado laboral hasta que se apliquen las necesarias reformas estructurales.
Además agregó que la creciente presión que sufre Lisboa en los mercados de deuda, donde paga los intereses más altos de los últimos años, perjudican las posibilidades de que el país cumpla su programa de financiación incluso aunque reciba asistencia del fondo europeo de estabilización financiera.
Sócrates
El primer ministro de Portugal, José Sócrates, dijo este martes que no quiere «pasar por lo que están pasando los griegos y los irlandeses» al acusar a la oposición de buscar una crisis política que forzaría la intervención financiera externa. El dirigente socialista censuró al principal partido de la oposición, el Social Democráta (PSD, centro-derecha), por anunciar que no apoyará el último paquete de medidas de austeridad del Gobierno, anunciado el viernes, y advirtió de que esa actitud puede causar un «gran perjuicio» al país y minar su credibilidad.
En una entrevista con el canal luso de televisión SIC, Sócrates, que gobierna en minoría parlamentaria, no quiso adelantar qué hará si la Asamblea Legislativa rechaza, en un debate aún no anunciado, el paquete de medidas de ajuste a las que se comprometió la semana pasada con Bruselas.
Sin esas medidas Portugal puede verse obligado a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) y los sacrificios exigidos serían mucho mayores, vaticinó el primer ministro, que mencionó posibles despidos de funcionarios y políticas económicas aún más drásticas de las que él ha puesto en marcha.
Sócrates mencionó numerosas veces el peligro de abrir una «crisis política» en la situación económica que vive el país, acosado por una desconfianza de los mercados que ha multiplicado los intereses de la refinanciación de su deuda a los niveles más altos en más de un década. Hasta ahora el PSD se ha abstenido en las votaciones parlamentarias de los presupuestos y los programas de austeridad impulsados por el Ejecutivo y aprobados sólo con los votos de los socialistas, que perdieron la mayoría absoluta en las elecciones de 2009.
«La oposición no tiene que apoyar el plan económico pero si lo rechaza colocará a Portugal en una situación de gran fragilidad», subrayó Sócrates que advirtió del daño que sufriría la confianza internacional del país y la credibilidad de los compromisos que ha asumido.
La oposición
Sin embargo el presidente del PSD, Pedro Passos Coelho, insistió este miércoles en un acto público en que no está de acuerdo con los nuevos sacrificios que exige el Gobierno al país sin haberlos consultado previamente. «Hemos llegado al punto final, esto no puede continuar así», afirmó el dirigente conservador que pidió al Ejecutivo que gobierne bien o deje que otros lo hagan.
Sócrates le respondió en la entrevista televisiva que está dispuesto a «negociar todas las medidas» y se mostró receptivo a que la oposición quiera cambiar unas por otras, pero no a que las rechace todas porque tendría consecuencias «terribles» para Portugal. El primer ministro aseguró, además, que los últimos datos sobre la ejecución de los presupuestos de este año ratifican que se cumple la reducción de gastos mejor, incluso, de lo previsto que al finalizar 2011 Portugal tendrá un déficit del 4,6 %, la mitad del que registró al acabar 2009.
Redacción