La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, dijo que la venta del 30 % de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) será transparente y estará sometida a los requisitos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y que los ingresos obtenidos servirán para reducir las emisiones de deuda.
Elena Salgado respondió este miércoles en el Congreso a una interpelación urgente del diputado del PP, Álvaro Nadal, quien le pidió explicaciones sobre las medidas que adoptará el Ejecutivo para evitar que la venta de parte del capital de LAE y del gestor aeroportuario AENA cause un perjuicio a la economía española.
Nadal expresó sus dudas acerca de que la venta parcial de LAE pueda ser considerada una privatización dirigida a fomentar la liberalización del mercado del juego y dijo tener la impresión de que responde más a una necesidad «acelerada» de «hacer caja», con lo que cree que se incurriría en el riesgo de venderla a bajo precio.
«No tenga sospecha ni inquietud ni preocupación», le respondió Salgado, que aseguró que la venta de Loterías se hará por métodos transparentes, previa auditoría, con cuaderno de venta abierto y sometiendo el proceso a los requisitos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El mejor precio
También explicó que se intentará obtener el mejor precio y el más ajustado a la realidad, para que los ingresos obtenidos permitan reducir las emisiones de deuda pública este año, aunque hizo hincapié en que la finalidad de la venta es mejorar la eficiencia de Loterías y Apuestas del Estado, y generar más competencia.
Nadal consideró que los alrededor de 3.000 millones de euros anuales que el Estado se embolsa procedentes de las Loterías constituyen un ingreso «muy estable a perpetuidad». Por ello, lamentó que se venda el 30 % de esos ingresos por tan sólo 5.000 millones -cifra inicial que el Gobierno estimó que podría obtener con esta privatización parcial-, y calculó que para que la operación sea rentable para el Estado ese precio tendría que ascender al menos a 20.000 millones.
La venta de LAE concentró buena parte del debate, en el que también los interlocutores se lanzaron reproches por las políticas de liberalización y privatización llevadas a cabo por los gobiernos del PP y del PSOE. Nadal defendió que las privatizaciones acometidas bajo los mandatos del PP respondieron a reformas estructurales para la liberalización de diferentes sectores de actividad, en tanto que Salgado aseguró que lo único que les guió fue conservar el poder político y económico.
Según Salgado, los populares situaron en las empresas privatizadas a personas afines para sostener «su entramado de intereses», a lo que sumaron la adopción de medidas en contra del mercado y de los intereses de los ciudadanos, y puso como ejemplo la liberalización del sector de la electricidad que ha dejado como herencia el déficit de tarifa.
Por su parte, el diputado popular aseguró que de los 22.000 millones del déficit de tarifa de la electricidad sólo 1.500 millones corresponden a 2003, en tanto que el resto se empezó a acumular en 2005 y los socialistas no han hecho nada en los 7 años que llevan gobernando para corregirlo.