El grupo Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad intervenida por el Banco de España en julio pasado, cerró el primer semestre con unas pérdidas de 1.136 millones de euros. Según las cuentas provisionales remitidas por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que serán actualizadas el próximo viernes, la CAM reconoce en el primer semestre 1.571 millones de euros en deterioro de activos.
En concreto, el grupo indica que debido al deterioro de activos financieros ha incurrido en un gasto de 1.147 millones de euros, en cuanto que las pérdidas por deterioro del resto de los activos le han supuesto una carga neta de 424 millones de euros. De esta cifra, hay unos 85 millones que corresponden a la cartera de participaciones. Además, la entidad ha registrado un saneamiento contra reservas por deterioro de activos de 169 millones.
El grupo alicantino se encuentra en estos momentos intervenido por el Banco de España, que destituyó al Consejo de Administración y decidió inyectar 2.800 millones de euros para recapitalizarla. Esta previsto que a finales de octubre se celebre la subasta de los activos de la entidad, por la que se han interesado más de media docena de competidores, si bien los interesados están a la espera de conocer la auditoría final que está ultimando KPMG sobre su situación financiera real.
Mientras tanto, el grupo alicantino entregó este lunes a la CNMV las cuentas del primer semestre del año, si bien adelanta que las cifras de julio «no diferirán sustancialmente» de las publicadas hoy. A 30 de junio, el grupo CAM contaba con una cartera de créditos a clientes de 52.320 millones de euros, y una morosidad del 19 por ciento, frente al 9,1 por ciento de diciembre pasado.
El ratio de cobertura de la morosidad era del 39 por ciento, frente al 56,5 por ciento de finales del año pasado. Los recursos de clientes suponían en junio de 53.008 millones de euros. El ratio de solvencia del grupo CAM era del 4,8 por ciento, aunque si se tiene en cuenta la inyección de 2.800 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la solvencia alcanzaría el 11,8 por ciento.