El Ibex-35 se ha derrumbado un 4,69% tras los avisos de recesión mundial del FMI y se ha quedado al filo de perder los 8.000 puntos, en una jornada huérfana de referencias desde Estados Unidos y con la prima de riesgo de España disparada en 340 puntos básicos. Se trata de la tercera mayor caída en lo que va de año.
Los vaticinios de la presidenta del FMI, Christine Lagarde, han pesado como una losa sobre las principales plazas europeas, en las que los retrocesos han superado el 4%, a excepción de la de la Londres (-3,2%).
Las palabras del presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, en las que ha descartado otra recesión en el Viejo Continente no han convencido a los inversores. Francfort ha cedido un 4,9%, Milán un 4,8% y París un 4,4%. El selectivo madrileño ha terminado la sesión en 8.066 enteros después de haber perdido la cota psicológica de los ocho mil en un momento de la negociación, y ha sellado el día con todos los valores en terreno negativo, a excepción de BME (+0,51%).
Repsol ha perdido un 6%, Santander un 5,94% y BBVA un 5,79%, mientras que Telefónica se ha comportado mejor que el índice (-4,29%), al igual que Endesa (-3,51%). En los últimos puestos de cola se han quedado Sacyr (-7,62%) y Arcelormittal (-7,47%). En el mercado de divisas, el euro ha seguido retrocediendo posiciones respecto al dólar y al término de la sesión en Europa el cambio entre las dos monedas ha quedado establecido en 1,4097 ‘billetes verdes’.
Citas clave
Los inversores estarán pendientes esta semana de diversas citas clave, como el plan de estímulo económico que presentará el día 7 el presidente de EEUU, Barack Obama, y la reunión del BCE al día siguiente, así como de la lista de los bancos que participarán en el rescate de Grecia que se conocerá el viernes.
Para Susana Felpeto de Atlas Capital, las ventas se han impuesto en los parqués tanto por las declaraciones de Lagarde como por la propuesta del sucesor de Jean Claude Trichet al frente del instituto emisor, Mario Draghi, de revisar profundamente el Tratado de Lisboa, palabras que aumentan la presión sobre la unidad de la UE. «Cada vez hay más miedo a que el euro se resquebraje y los alemanes no parecen por la labor de seguir ayudando a sus socios», dijo Felpeto, tras recordar que Ángela Merkel acaba de perder por sexta vez en lo que va de año unas elecciones regionales.
Desde Renta 4, Nuria Álvarez subraya que el tinte de los números rojos son el mal dato de empleo de EEUU del pasado viernes, cuyos efectos perduran en la festividad del día del Trabajo al otro lado del Atlántico, y los retrocesos de los países europeos para solucionar la crisis de deuda soberana de Grecia. «Los inversores no se fían» y la banca se ve castigada por las dificultades de financiación en los mercados mayoristas, lo que restringe su capacidad de dar crédito y supone menos gasolina para impulsar la economía, explicó la experta.
Para frenar esta espiral perniciosa es imprescindible solucionar el problema de la deuda de Grecia, que prevé una caída del PIB del 5% en 2012. Además, hay que aumentar la transparencia sobre el nivel de provisiones de la banca para hacer frente a este problema, que ha de ser el ajustado, ya que supone inmovilizar dinero en un escenario de estrechamiento de márgenes, apuntó Álvarez.
Europa se hunde
Las bolsas europeas caían alrededor de un 5 %, lideradas por Fráncfort, hora y media antes del cierre de la negociación, por el temor a una recesión global que produjo momentos de pánico. Fráncfort descendía un 5,6 %, París bajaba un 5 %, Madrid cedía un 4,5 % y Londres lo hacía un 3,3 %.
Los títulos que más perdían en Europa eran los del banco alemán Deutsche Bank que bajaban un 9,5 %, los del productor de chips Infineon que cedían un 7 % y los del fabricante automovilístico BMW que caían un 6,6 %.
El grupo químico industrial germano ThyssenKrupp perdía un 6,7 %, BASF y el productor de bienes de consumo Henkel descendía un 6,3 %.
El DAX 30 de Fráncfort es el índice europeo en el que cotizan más títulos cíclicos como los industriales, que son más dependientes de la marcha de la economía y, por ello, reaccionan con más rapidez en bolsa.
Además, la subida del precio del oro superó la del platino, lo que, según algunos expertos, es señal de una situación de crisis como la vivida tras la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, en 2008. El euro caía y perdía el nivel de los 1,41 dólares, ante la aversión al riesgo entre los inversores.
El presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, descartó de momento nuevos recortes de empleos, pero no en caso de que la situación empeore. Ackermann dijo que el sector financiero tiene posibilidades de crecimiento limitadas, ante la nueva regulación bancaria y la crisis de endeudamiento de la zona del euro.
Además, Ackermann ve similitudes entre la situación actual de los títulos bancarios en los mercados bursátiles con la que se vivió en otoño de 2008, tras la quiebra de Lehmann Brothers.