El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, ha convocado hoy una reunión de su gabinete para revisar la implementación de un paquete de medidas con las que pretende recaudar 78.000 millones de euros hacia 2015, mientras espera la llegada de los inspectores de la CE, el FMI y el BCE.
Del cumplimiento a rajatabla del citado programa depende que los jefes de la misión de la «troika» -la Comisión Europea (CE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE)-, den la «luz verde» al sexto tramo de ayuda a Grecia de 8.000 millones de euros.
Grecia necesita ese dinero para poder pagar los sueldos y pensiones en octubre.
Tras haber interrumpido su trabajo en Atenas a principios de septiembre, se espera que la misión de la troika acreedora inicie hoy una visita de inspección sobre los progresos alcanzados en el programa de ahorro.
Además, la determinación del Gobierno socialista griego de seguir adelante con los recortes de gastos del Estado, reducir el enorme sector público en un 30 %, avanzar con las privatizaciones y reformar el mercado laboral determinará si los socios de la zona del euro y el FMI, sumados a la Banca privada, le dan un segundo rescate de 160.000 millones de euros.
La agenda del consejo ministerial de esta mañana contiene muchos de esos puntos, algunos de los cuales deben aún ser ratificados como reformas de leyes en el Parlamento durante octubre y parte de noviembre, según las autoridades.
El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, opinó que no se alcanzará a discutir el informe de la troika en la reunión del Eurogrupo el próximo 3 de octubre.
Pero la Comisión Europea dijo que prevé una reunión extraordinaria para tratar el caso de Grecia lo más pronto posible, este mismo mes.
La confederación de trabajadores fiscales Adedy ha convocado para las 16.00 GMT de hoy una manifestación ante el Parlamento para protestar por las reducciones de salarios y de personal incluidas en las severas medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno.